"Podemos identificar biométricamente al individuo y asociarlo a los resultados de los exámenes, así como a un documento", explican los expertos.
A medida que los países levantan las cuarentenas por el bicho, las identificaciones biométricas pueden ayudar a constatar quiénes ya tuvieron la infección y garantizar que las personas vulnerables reciban la vacuna cuando se lance, dijeron expertos en salud y tecnología.
Los casos confirmados como positivos a la enfermedad respiratoria provocada por el bicharraco, suman más de 1,4 millones y las muertes superan las 82.000 a nivel mundial, según recuentos de Reuters.
China levantó en estas horas una cuarentena de dos meses en Wuhan, supuesto epicentro del problema, y las autoridades en Reino Unido y otros países dijeron que iniciarían pruebas de anticuerpos para ver si la gente había sido infectada, para permitirles que vuelvan a trabajar o viajar.
Un sistema de identificación biométrica puede guardar un registro de tales personas y de quiénes reciben la vacuna, dijo Larry Dohrs, jefe de iRespond en el sudeste de Asia, una organización sin fines de lucro con sede en Seattle que presentó su tecnología el mes pasado.
“Podemos identificar biométricamente al individuo y asociarlo a los resultados de los exámenes, así como a un documento de alta seguridad. La persona luego tiene una prueba ‘no refutable’ de que tiene inmunidad debido a los anticuerpos en su sistema”, afirmó.
“Sería una credencial muy valiosa”, dijo a la Fundación Thomson Reuters. La organización sin fines de lucro ya brinda identificaciones biométricas para refugiados y apátridas.
Los países de todo el mundo han acelerado el desarrollo de tecnología durante el brote del bicho, desde drones desinfectantes a robots parlantes e inteligencia artificial para elaborar vacunas.
Ahora, compañías como iRespond y Simprints -una organización sin fines de lucro con sede en Reino Unido que desarrolla identificaciones biométricas para uso sanitario y humanitario, están adaptando su tecnología para los próximos pasos.
Más de 1.000 millones de personas en todo el mundo no tienen manera de demostrar su identidad, según el Banco Mundial.
Esto representará un enorme desafío para los gobiernos que intentan determinar quién ha recibido la vacuna, dijo Prashant Yadav, miembro del grupo de expertos Centro para el Desarrollo Global, con sede en Estados Unidos.
“El suministro inicial de la vacuna será limitado, así que será esencial verificar que cada dosis llegue a un paciente real. La corrupción, las pérdidas e incluso las duplicaciones accidentales desperdician un suministro precioso y son letales”, refirió.
“Las identificaciones biométricas digitales pueden ser un punto de inflexión. Pueden ayudar a los gobiernos a concentrarse en segmentos de la población, por ejemplo, profesionales del cuidado de la salud o población de la tercera edad, verificar qué personas han recibido la vacuna y tener un registro claro”, agregó.
Los casos confirmados como positivos a la enfermedad respiratoria provocada por el bicharraco, suman más de 1,4 millones y las muertes superan las 82.000 a nivel mundial, según recuentos de Reuters.
China levantó en estas horas una cuarentena de dos meses en Wuhan, supuesto epicentro del problema, y las autoridades en Reino Unido y otros países dijeron que iniciarían pruebas de anticuerpos para ver si la gente había sido infectada, para permitirles que vuelvan a trabajar o viajar.
Un sistema de identificación biométrica puede guardar un registro de tales personas y de quiénes reciben la vacuna, dijo Larry Dohrs, jefe de iRespond en el sudeste de Asia, una organización sin fines de lucro con sede en Seattle que presentó su tecnología el mes pasado.
“Podemos identificar biométricamente al individuo y asociarlo a los resultados de los exámenes, así como a un documento de alta seguridad. La persona luego tiene una prueba ‘no refutable’ de que tiene inmunidad debido a los anticuerpos en su sistema”, afirmó.
“Sería una credencial muy valiosa”, dijo a la Fundación Thomson Reuters. La organización sin fines de lucro ya brinda identificaciones biométricas para refugiados y apátridas.
Los países de todo el mundo han acelerado el desarrollo de tecnología durante el brote del bicho, desde drones desinfectantes a robots parlantes e inteligencia artificial para elaborar vacunas.
Ahora, compañías como iRespond y Simprints -una organización sin fines de lucro con sede en Reino Unido que desarrolla identificaciones biométricas para uso sanitario y humanitario, están adaptando su tecnología para los próximos pasos.
Más de 1.000 millones de personas en todo el mundo no tienen manera de demostrar su identidad, según el Banco Mundial.
Esto representará un enorme desafío para los gobiernos que intentan determinar quién ha recibido la vacuna, dijo Prashant Yadav, miembro del grupo de expertos Centro para el Desarrollo Global, con sede en Estados Unidos.
“El suministro inicial de la vacuna será limitado, así que será esencial verificar que cada dosis llegue a un paciente real. La corrupción, las pérdidas e incluso las duplicaciones accidentales desperdician un suministro precioso y son letales”, refirió.
“Las identificaciones biométricas digitales pueden ser un punto de inflexión. Pueden ayudar a los gobiernos a concentrarse en segmentos de la población, por ejemplo, profesionales del cuidado de la salud o población de la tercera edad, verificar qué personas han recibido la vacuna y tener un registro claro”, agregó.
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