miércoles, 29 de mayo de 2013

Cinco interrogantes sobre la venta de sistemas S-300 rusos a Siria

Sistema de misiles antiaéreos S-300 (archivo)
Si las últimas noticias divulgadas por los medios de información no son falsas, Rusia que desarrolla desde hace mucho la cooperación militar con Siria, puede suministrar en breve (o ya ha suministrado) a Damasco sistemas avanzados de defensa antiaérea S-300, que alterarán el equilibrio de fuerzas en el conflicto que se libra desde hace 26 meses en el país de Oriente Próximo.
Pero hay muchas dudas al respecto.
Al recibir las baterías de misiles el régimen del presidente sirio, Bashar Asad, tendrá a su disposición un armamento potente que podrá repeler hipotéticos ataques aéreos lanzados por las fuerzas extranjeras, teniendo en cuenta que se analiza la posibilidad de la intervención extranjera en el conflicto. Además, esto quebrantará un acuerdo frágil conseguido la semana pasada entre Moscú y Washington, que esperan sentar a las partes del conflicto sirio a la mesa de negociaciones.
Pero, en realidad, falta información fiable sobre el suministro de sistemas antiaéreos S-300 a Siria. ¿Hubo en realidad un contrato al respecto? ¿Cuáles son sus condiciones? ¿Se ha cumplido una parte de este contrato? A día de hoy, todo lo que ha salido a la luz pública sobre el suministro de sistemas S-300 está basado en documentos secretos, fuentes anónimas, rumores y ambigüedades. RIA Novosti trata de desenredar la intriga y responder a varias preguntas.
- ¿Hubo un contrato para el suministro de sistemas antiaéreos S-300 a Siria?
Se trata, en su mayoría, solo de rumores. El único documento real fue el informe anual realizado en 2011 por el fabricante de sistemas de misiles antiaéreos S-300, la Empresa de Construcciones Mecánicas ubicada en la ciudad de Nizhni Novgorod (curso medio del Volga), en el que fue mencionado un contrato de suministro de baterías de misiles a Siria. Este informe desapareció posteriormente del sitio web de la planta, pero fue citado por el diario ruso Vedomosti, según el cual el contrato ascendió a 105 millones de dólares. La entrega de un número desconocido de sistemas S-300 fue planeada para el período entre 2012 y principios de 2013.
Otra información sobre la supuesta venta de sistemas S-300 a Siria se basaba en datos suministrados por servicios secretos anónimos y fuentes diplomáticas, incluidos los citados por el diario ruso Kommersant y The Wall Street Journal, según los que el contrato por valor de 900 millones de dólares estipulaba el suministro de cuatro baterías S-300 y 144 misiles cuya entrega posiblemente debería iniciarse hacia finales del verano próximo. Según los expertos, el coste estimado de un sistema de misiles S-300 es de unos 115 millones de dólares. Además, cada misil se valora en aproximadamente un millón de dólares.
Ni Damasco ni la agencia exportadora de armas rusa Rosoboronexport nunca han hecho comentarios respecto al contrato anunciado. El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores destacó en reiteradas ocasiones que Rusia sigue cumpliendo los contratos existentes para suministro de armas, incluidos los sistemas de defensa antiaérea, al Gobierno de Siria y que dichas armas no tienen un carácter ofensivo, sino únicamente de defensa. Pero nunca se ha concretado de qué sistemas se trata. Es posible que el contrato para el suministro de sistemas S-300 no se hayan firmado nunca o algunas baterías de misiles de este tipo ya hayan sido entregados a Siria durante los últimos dos años, como afirmaron varios medios de información en diciembre pasado.
-   ¿Quién toma la decisión final sobre la suscripción de contratos? ¿Puede la comunidad internacional  o una tercera parte impedir su cumplimiento?
Los respectivos contratos se suscriben entre Moscú y Damasco, es decir, todo está en manos del presidente ruso, Vladimir Putin. Hay pocos tratados internacionales sobre el comercio de armas y éstos tan sólo abordan los asuntos relacionados a la exportación de armas estratégicas y de destrucción masiva, pero no se extienden a los sistemas de defensa antiaérea. Rusia bloqueó en el Consejo de Seguridad de la ONU todos los intentos de introducir embargo para el suministro de armas a Siria. Está claro que una aguda polémica al respecto existe, pero no sale a la luz pública.
-    ¿Por qué los sistemas  S-300 son peligrosos? Su fabricación en serie comenzó en 1978. ¿No están obsoletos ya?
Los sistemas de misiles S-300 se sometieron a la modernización en reiteradas ocasiones. El modelo S-300PMU2 Favorit puede lanzar seis misiles a la vez, cada uno de los cuales es capaz de destruir aparatos aéreos que vuelan a una velocidad varias veces mayor que pueden alcanzar cazas F-16 y F-22 que representan el grueso de los arsenales de la Fuerza Aérea de Israel y de EEUU, así como interceptar misiles balísticos. Las tropas terrestres pueden destruir estos misiles o ponerlos fuera de servicio, pero es una tarea complicada. Así las cosas, en caso de que Siria disponga de tales sistemas, los riesgos y el coste de ataques aéreos contra este país aumentarán drásticamente.
-    ¿A quién pueden apuntar los misiles S-300?
Es evidente que los sistemas de misiles S-300 no apuntarán a los rebeldes sirios, porque éstos no disponen de aparatos aéreos. Aunque es técnicamente posible reprogramar estos sistemas para que pudieran destruir objetivos terrestres, pero tomando en consideración el precio de los misiles, que es de 700.000 dólares a 1,2 millones de dólares, esto se podría comparar con el deseo de clavar clavos con tabletas digitales. Por otro lado, los intentos de las fuerzas extranjeras de imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria, como en Libia en 2011, pueden acabar con lo que el editor de la revista Natsionalnaya oborona (Defensa nacional), Ígor Korótchenko, describió como “decenas de aparatos aéreos destruidos y ataúdes cubiertos con la bandera nacional de EEUU, lo que es inaceptable”.
-    ¿Cuáles son los posibles plazos de suministro de sistemas S-300 a Siria? ¿Cuándo podrá el presidente sirio, Bashar Asad, destruir cazas del enemigo en el cielo sirio?
El despliegue de sistemas S-300 lleva unos cinco minutos. Pero antes es necesario fabricarlos, probarlos, transportarlos y adiestrar al personal. Durante la realización de estas tareas pueden surgir varios problemas. A juzgar por todo, el Gobierno sirio dispone de recursos financieros suficientes. El transporte de las baterías de misiles de San Petersburgo al Puerto sirio de Tartus llevará unas dos semanas, en caso de que la carga no sea detenida por las autoridades de Finlandia, por ejemplo, o no se impida al buque entrar en los puertos europeos, porque su seguro ha expirado. Ambas historias tuvieron lugar en realidad con los buques rusos que supuestamente transportaban armas a Siria.
A juzgar por todo, Damasco no podrá recibir sistemas de misiles rusos en breve. The Wall Street Journal señala, citando fuentes estadounidenses que a su vez citan fuentes israelíes, que Rusia puede suministrar los sistemas de defensa antiaérea a Siria hacia agosto próximo.
Por su lado, el diario árabe con sede en Londres, Al-Quds Al-Arabi, afirma que las baterías de misiles S-300 han llegado ya a Siria y están todavía bajo control de Rusia. Según los expertos rusos, es poco probable que el fabricante disponga de sistemas S-300 listos para ser enviados a Siria. Los sistemas acabados que podrían fabricarse por el contrato con Irán rescindido en 2010 ya fueron contratados hace mucho por otros clientes, como Argelia. Así es la opinión de Ruslán Pújov, director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías. Esto quiere decir que sería necesario fabricar nuevos sistemas para Siria y someterlos a pruebas. Y esto puede llevar aproximadamente un año, dijo Pújov.
Además, se debería adiestrar a decenas o hasta centenas de especialistas sirios para que pudieran manejar estos sistemas complicados, lo que llevará unos seis meses. Esto aumenta los plazos de suministro de misiles S-300 establecidos por Asad, que espera tener los sistemas de defensa antiaérea completamente listos hacia el próximo mes de noviembre. La primavera de 2014 parece un plazo más real.

http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130517/157099491.html 

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