Los dos ataques aéreos israelíes contra Siria han creado una inquietud entre los analistas políticos y militares israelíes, que afirman que el principal objetivo de los mismos fue el de impedir el transporte de armas sofisticadas de Siria hacia el Líbano y temen ahora la reacción de Rusia y Hezbolá.
Los analistas judíos destacan la presentación de una queja por parte de Rusia en la ONU por los ataques aéreos israelíes contra Siria y consideran que esto es un reflejo de las crecientes relaciones entre Moscú y Hezbolá, especialmente dado que ella se produjo después del reciente encuentro entre el secretario general del partido, Sayyed Hassan Nasralá, y el viceministro de Exteriores ruso, Michael Bogdanov.
El temor a la respuesta de Hezbolá ha llevado al Ejército israelita a decretar el estado de alerta en la frontera norte de la entidad, a restringir los vuelos civiles y a intensificar las misiones de reconocimiento aéreo.
Por su parte, el sitio israelí Debka.com ha señalado que Bogdanov viajó el miércoles a Siria para mantener dos días de discusiones con el liderazgo sirio y entre los temas a tratar estará la reacción conjunta a los ataques aéreos israelíes del domingo.
Según diversos medios israelíes, el objetivo de los ataques era un stock de armas rusas entregadas recientemente a Siria y que podrían ir también destinadas a Hezbolá.
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