Según la biblia habrá un tiempo cuando Israel se vea rodeado por ejércitos hostiles a ellos por causa de Jerusalén.
Y hace unos días el consejo de seguridad de Naciones Unidas aprobaba una resolución que exige detener la construcción de nuevos asentamientos judíos en territorio ocupado de Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén este.
Anteriormente la Unesco había declarado que Israel no tiene derecho a reivindicar Jerusalén como territorio históricamente judío, impidiendo con ello la proclamación de esa ciudad como capital israelí, además perdiendo toda posibilidad de ver reconstruido su Templo.
Ante esta situación es que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que no acatarán las resoluciones de la ONU que contravengan sus intereses.
Pero la resolución del consejo de seguridad de la ONU que condenó a Israel fue lograda gracias al apoyo que dio el gobierno estadounidense mediante su abstención en la votación que la aprobó. Es por eso que Netanyahu calificó a Obama cómo traidor; traidor porque él juró ante el lobby judío, como todos sus antecesores, que protegería a Israel.
No por nada Donald Trump le advirtió qué no se metiera con los intereses de Israel, pidiéndole a su vez a los representantes estadounidenses que vetaran la resolución de la ONU, cosa que no hicieron, sino por el contrario, la aprobaron indirectamente alineándose con Obama.
A raíz de ésta situación, Trump ha declarado que no habrá más financiación estadounidense para la ONU hasta que se deroguen las medidas anti israelíes. Así mismo, ha afirmado que derogará el 70% de los decretos de Obama.
La ONU es una creación yanki para imponer sus criterios a los demás, así que el organismo internacional se financia en buena parte de las aportaciones que ellos hacen y de las de sus aliados. Pero lo que resulta evidente es la disminución de la solidaridad yanki hacia los intereses israelíes, al menos durante la administración de Obama. No por nada él impulsó y aprobó el acuerdo nuclear con Irán, acuerdo que Trump planea derogar.
¿Pero qué consecuencias traerá está resolución para Israel?
Por supuesto la primera es la condena internacional al expansionismo israelí a costa de sus vecinos sirios y palestinos. La segunda es la exigencia mundial para con Israel que dé concepciones a favor de la paz. Y la tercera va ser exigirle que acepte un estado palestino soberano e independiente.
Pero por supuesto Israel no va aceptar ninguna de ellas lo que traerá por consecuencia la guerra, pero ya no una guerra entre Israel y sus vecinos, no, ahora va ser entre los judíos y el resto del planeta o con casi todo el planeta.
¿Recuerdan que les dije que Trump promoverá la construcción del templo judío y así mismo la aparición pública del Mesías hebreo?, Pues así será y esto que está sucediendo no es más que el preludio.
Pero no sucederá sin dolor; en realidad lo que antecede a estos sucesos será muy triste para Israel.
Hay profecías talmúdicas y cabalísticas que aseguran que antes de la reconstrucción del tercer templo de Jerusalén y de la llegada del Mesías judío habrá una tercera diáspora judía, es decir, una expulsión masiva de judíos de Israel.
Así mismo, hay una profecía bíblica (Isaías 17:1, Amós 1 y Jeremías 49) que habla de una futura guerra entre Israel y Siria; en esa contienda militar los judíos conquistarán Damasco hasta llegar a la ciudad de Alepo e inclusive hasta Palmira.
Y hace unos días el consejo de seguridad de Naciones Unidas aprobaba una resolución que exige detener la construcción de nuevos asentamientos judíos en territorio ocupado de Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén este.
Anteriormente la Unesco había declarado que Israel no tiene derecho a reivindicar Jerusalén como territorio históricamente judío, impidiendo con ello la proclamación de esa ciudad como capital israelí, además perdiendo toda posibilidad de ver reconstruido su Templo.
Ante esta situación es que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que no acatarán las resoluciones de la ONU que contravengan sus intereses.
Pero la resolución del consejo de seguridad de la ONU que condenó a Israel fue lograda gracias al apoyo que dio el gobierno estadounidense mediante su abstención en la votación que la aprobó. Es por eso que Netanyahu calificó a Obama cómo traidor; traidor porque él juró ante el lobby judío, como todos sus antecesores, que protegería a Israel.
No por nada Donald Trump le advirtió qué no se metiera con los intereses de Israel, pidiéndole a su vez a los representantes estadounidenses que vetaran la resolución de la ONU, cosa que no hicieron, sino por el contrario, la aprobaron indirectamente alineándose con Obama.
A raíz de ésta situación, Trump ha declarado que no habrá más financiación estadounidense para la ONU hasta que se deroguen las medidas anti israelíes. Así mismo, ha afirmado que derogará el 70% de los decretos de Obama.
La ONU es una creación yanki para imponer sus criterios a los demás, así que el organismo internacional se financia en buena parte de las aportaciones que ellos hacen y de las de sus aliados. Pero lo que resulta evidente es la disminución de la solidaridad yanki hacia los intereses israelíes, al menos durante la administración de Obama. No por nada él impulsó y aprobó el acuerdo nuclear con Irán, acuerdo que Trump planea derogar.
¿Pero qué consecuencias traerá está resolución para Israel?
Por supuesto la primera es la condena internacional al expansionismo israelí a costa de sus vecinos sirios y palestinos. La segunda es la exigencia mundial para con Israel que dé concepciones a favor de la paz. Y la tercera va ser exigirle que acepte un estado palestino soberano e independiente.
Pero por supuesto Israel no va aceptar ninguna de ellas lo que traerá por consecuencia la guerra, pero ya no una guerra entre Israel y sus vecinos, no, ahora va ser entre los judíos y el resto del planeta o con casi todo el planeta.
¿Recuerdan que les dije que Trump promoverá la construcción del templo judío y así mismo la aparición pública del Mesías hebreo?, Pues así será y esto que está sucediendo no es más que el preludio.
Pero no sucederá sin dolor; en realidad lo que antecede a estos sucesos será muy triste para Israel.
Hay profecías talmúdicas y cabalísticas que aseguran que antes de la reconstrucción del tercer templo de Jerusalén y de la llegada del Mesías judío habrá una tercera diáspora judía, es decir, una expulsión masiva de judíos de Israel.
Así mismo, hay una profecía bíblica (Isaías 17:1, Amós 1 y Jeremías 49) que habla de una futura guerra entre Israel y Siria; en esa contienda militar los judíos conquistarán Damasco hasta llegar a la ciudad de Alepo e inclusive hasta Palmira.
Damasco |
Pero antes del triunfo de Israel la mayor parte de la población del país hebreo tendrá que huir (por causa de la guerra) hacia una región entre Siria e Irak, región actualmente ocupada por el Estado Islámico.
Y si consideramos que los sionistas y los judíos ultra ortodoxos tratan de cumplir las profecías talmúdicas, y que además la masonería internacional también trata de cumplir las mismas pues muchos de sus conceptos filosóficos son extraídos del talmud y la cábala, resultará evidente para todos que lo que acabo de contar sucederáirremediablemente; ¿cuándo acontecerá?, aún no lo sé, pero les aseguro que será antes de que pase una década.
Pero nosotros los cristianos entendemos que el Mesías que esperan en Israel no es el Mesías que nosotros esperamos pues nuestro Mesías ya vino una vez pero volverá, y ese verdadero Mesías no es otro que Jesucristo; el que ellos esperan es un falso cristo. Pero finalmente comprobarán que han sido engañados por su falso mesías y aceptaran a Jesucristo como el verdadero.
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