lunes, 19 de diciembre de 2016

Un Nuevo Orden del Nuevo Orden Mundial

Finalmente se confirma el nombramiento de Rex Tillerson como secretario de estado por disposición de Donald trump.

Este hombre es de tendencia pro rusa; él está en contra de las sanciones occidentales al país eslavo.


Mucho se ha dicho que si Trump es parte del establishment, que si es siervo de Goldman Sachs, que si trabaja para los Rothschild, etcétera. Pero aunque sí ha nombrado al presidente de Goldman Sachs (Gary Cohn) como consejero económico principal de la Casa Blanca y designado a un ex Goldman Sachs (Steven Mnuchin) como presidente del tesoro, además de nombrar como secretario de economía a un ex empleado de los Rothschild (Wilbur Ross), concretándose con ello un triunvirato elitista económico/financiero sobre los destinos de los EEUU, la realidad es que también ha tomado decisiones contrarias a los intereses aparentes de la élite, o al menos al de una parte de ellas.

Así es, y una de esas decisiones es precisamente el llamado a Rex Tillerson para integrar el gabinete de gobierno de Trump. A este sujeto lo han colocado en el puesto más importante del gobierno después del mismo presidente y el vicepresidente Mike Pence (un ferviente cristiano sionista).

Y esta decisión de Trump es completamente contraria a los deseos de la élite, pues ellos desean acorralar, perjudicar a Rusia, ¿o no?.

La administración de Clinton, y después la de Obama, desde un principio buscaron la confrontación con Rusia; primeramente acercando la OTAN a las fronteras rusas a través de la integración a la alianza atlántica de las repúblicas ex Soviéticas pesé a los acuerdos alcanzados con Rusia, después de la desintegración de la URSS, en el sentido de que no lo harían; posteriormente continuaron con la instalación del escudo global anti-misiles estadounidense en Europa y el sudeste Asiático, escudo que sin duda está dirigido contra Rusia, China y sus aliados. Finalmente han llevado a cabo una política de destrucción de los aliados, o posibles aliados, del eje ruso-chino, empezando por Iraq, Libia, Afganistán, Yemen, Siria e Irán.

Actualmente intentan crear una revolución de "colores", como la que hicieron en Ucrania (el maidán), en uno de los principales aliados actuales de Rusia, concretamente en Bielorrusia. Así es, la Casa Blanca (Obama) ha destinado una importante cantidad de dinero a crear una red de "periodistas" independientes para vigilar las próximas elecciones en el país europeo, y para nadie es un secreto que esas organizaciones son sólo una fachada para ocultar acciones subversivas; como es el caso de las ONGs del globalista George Soros, ONGs que están prohibidas en Rusia.

Entonces, ¿Trump es o no es parte de la élite, de Goldman Sachs?.

Pues muchos dirán que si, pero yo no estoy tan seguro de ello, sobre todo si consideramos el nombramiento de Tillerson y los planes de Trump para reformar la reserva Federal, quitándole poder para dárselo nuevamente al Tesoro, es decir, intenta regresar al patrón oro o al menos a un nuevo Dólar que ya no sea controlado por la FED. Eso sin duda enfurecería a las élites, élites a las que supuestamente pertenece y defiende.

Pero, entonces, si no es parte de la élite, ¿con quien está él?. ¿Realmente es un outsider?, ¿O sólo en parte lo es?.

También consideremos el hecho de que Trump trae una política abierta de confrontación contra China (aliado de Rusia) como con Irán (también aliado de Rusia).

Contra China la disputa es por la supuesta competencia económica desleal que practican los chinos contra los productos estadounidenses (subsidiando sus propios productos), además de por la presunta piratería industrial ejercida contra empresas estadounidenses y contra su gobierno. Además, Trump esta disgustado por el presunto robo de puestos de trabajo que hace China a los estadounidenses por el hecho de que las empresas yankis prefieran producir en ese país y no en los EEUU.

Contra Irán la queja es por su constante discurso anti-judío, además de por su presunta financiación al "terrorismo" suní (básicamente por su apoyo a Hezbolá y Yemen). Pero el buen entendedor sabe que está aptitud de Trump hacia Irán está motivada por su profundo sionismo, además de sentirse ligado sentimentalmente hacia Israel debido a su judaísmo.

Entonces, ¿qué sucede?

Pues pasa que Trump está contra la élite, pero no contra toda la élite, sólo contra una parte de ella, a decir verdad, está contra la élite que representa el viejo orden mundial, el orden promovido por los Bush, los Clinton y los Obama; es decir, está contra ese orden cuyo mayor representante es el globalista George Soros.

Entonces, si Trump no es parte de esa élite, ¿de que élite es miembro?

Pues es parte de la élite judía, del judaísmo cabalístico; es por eso que tiene la intención de reconocer Jerusalén como la capital de Israel y, asimismo, ayudar en la reconstrucción del templo judío en la misma ciudad. Es por eso que derogará el acuerdo nuclear alcanzado con Irán, pues su intención es proteger a Israel y hacer todo lo necesario para reconstruir el templo, para de esa manera crear las condiciones necesarias para la aparición del Mesías judío.

Eso incluye, por supuesto, la destrucción de la mezquita de Al Aqsa, aunque para eso sea necesario ir a la guerra contra Irán, Siria y Hezbolá. Es por eso que quiere derogar el acuerdo nuclear para continuar con las sanciones anti iraníes y así evitar el desarrollo económico, militar e industrial del país persa.

Pero se me ocurre otra razón del porque Trump aparentemente lleva un doble discurso, pues por un lado pone a cargo del destino económico y financiero de los EEUU al mismo presidente de Goldman Sachs y, por el otro, designa como secretario de estado a un hombre muy cercano a Putin y a los intereses de los rusos, como lo es el mismo Rex Tillerson.

Creo que en el fondo se trata de una reestructuración de la pirámide del poder en la sombra; pareciera ser que los que ostentan el poder en ultima instancia, desean una alianza con Rusia, o mejor dicho, una alianza estratégica entre los EEUU y Rusia contra el poder emergente de China, o al menos eso es lo que en apariencia sucede, pues hay signos que apuntan en esa dirección. Aunque también los hay en el sentido contrario, como la declaración del gobierno ruso hecha ayer mismo respecto al escudo anti-misiles global de los EEUU que se pretende instalar en Corea del Sur, claro, esta es una iniciativa del régimen saliente, es decir, de Obama, pero aún así Rusia advirtió a Washigton que no permitirían eso y que darían una respuesta conjunta y coordinada rusos y chinos para anular dicho escudo anti-misiles, pues saben perfectamente que así como se puede usar para la defensa, también se puede usar para el ataque, y ese sería su verdadero objetivo.

También algo que se me hace "curioso" es que Rusia no se haya pronunciado hasta el momento en contra de las políticas anti chinas que pretende ejercer Donald Trump una vez obtenga el poder; por el momento mantiene una posición neutral respecto a la disputa Trump-China. Tal vez Putin no se ha pronunciado al respecto para no entrar en conflicto con Trump y continuar manteniéndolo como aliado y amigo.

Por eso es que digo que tal vez lo que sucede es una reestructuración de las alianzas geopolíticas en el mundo. Al menos algo positivo que podrían traer, sin considerar la disputa Trump-China, es que el presidente electo de los EEUU ha prometido acabar con el intervencionismo endémico estadounidense alrededor del mundo.

Otro signo de que el mundo va cambiar con Trump, es que este hombre es un enemigo declarado del globalismo, algo por lo que luchó tenazmente el viejo orden mundial (representado en el billete de un Dolár emitido por la FED) encabezado por los gobiernos estadounidenses anteriores y por multimillonarios poderosos y elitistas como George Soros, Bill Gates, Mark Zuckerberg, etcétera, y por el conglomerado bancario industrial-militar de Wall Street y la City de Londres. Es decir, en caso de que finalmente dejen que Trump se convierta en presidente de los EEUU estaríamos a las puertas de un nuevo orden mundial diferente al anterior. Sin duda Trump representa un cambio de era, así de importante es el triunfo de él.

Eso me recuerda el oráculo de los Rothschild descrito en la revista inglesa The Economist, pues como dije en mi análisis de la misma: ese oráculo representa un cambio de era, una "revolución" social.

Por eso el establishment estadounidense hace todo lo posible por impedir su arribo a la Casa Blanca, utilizando estrategias tan sucias como acusar a Donald Trump de recibir dinero de Rusia para financiar su campaña electoral; en respuesta el FBI ha revelado que reabre la investigación contra la fundación Clinton por sospecha de actos ilícitos, la investigación la lleva a cabo en 5 ciudades norteamericanas.

¿Recuerdan que les dije que la CIA había estado al lado de Hillary Clinton y que el FBI con Trump?, pues esto es la confirmación de mi declaración anterior. Sin duda, hay una división dentro del poder en los EEUU. También la casa Blanca (Obama) había acusado, además de a Rusia, a China de haber hackeado los sistemas informáticos durante las elecciones para favorecer la candidatura de Donald Trump, aunque después rectificaron diciendo que se habían equivocado.

Como podrán observar, harán cualquier cosa para detener a Donald Trump, inclusive ASESINARLO de ser necesario. ¿Recuerdan el discurso anti establishment, anti "illuminati", de Trump?; pero lo vuelvo a repetir, no lograran detenerlo.

Otro dato interesante que confirma que intentarán detener a Trump, es el hecho de que el ministro ruso de exteriores haya recibido una invitación para asistir a la investidura de Hillary Clinton como presidente de los EEUU, dando a entender con ello que impedirán que Trump tome el poder. Hay que aclarar que esto es información de Sorcha Fall, un sitio web de dudosa reputación.

Los días que faltan de aquí al 20 de enero son cruciales para el futuro de los EEUU.

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