Así es, debido a la grave situación que atraviesa actualmente la unión americana, el banco central de EEUU ha decidido elevar las tasas de interés en 50 puntos básicos, o lo que es lo mismo, en un 0,5%. Esto es algo que en mucho tiempo no se veía, pues la última vez que la reserva federal actuó tan agresivamente fue hace 22 años.
Esta política monetaria agresiva de la FED tiene su origen en la grave inflación que vive actualmente EEUU, pues esta alcanza niveles no vistos desde hacía 41 años, porque la inflación es de un 8,5%, muy lejos de los objetivos previamente trazados por las autoridades norteamericanas de que solo fuera del 2%.
La inflación se refiere al alza de los precios; el 100% sería un aumento de precios del doble, mientras que un 50% seria la mitad, lo que significa que de un año a otro la población tendría que pagar el doble, o la mitad, respectivamente, por cada producto que compra.
Sin embargo, un 8,5% es una inflación muy alta, lo que también podríamos definir como que en solo un año tus ahorros en el banco, o debajo del colchón, pierden valor en ese mismo porcentaje, es decir, en un 8,5%; lo que significa que con el mismo dinero ahora solo comprarás el 91,5% de lo que hubieras comprado con ese mismo dinero el año pasado. O, en otras palabras, es hacer más pobre a la población en general.
Esta es la razón de por qué las autoridades estadounidenses entraron en modo pánico, pues un descontrol de la inflación podría traer protestas masivas, protestas como las que ya se están viendo actualmente en Francia.
No obstante, a mayores tipos de interés, la economía se ralentiza, con lo que importantes analistas financieros ya lanzaron la voz de alarma, pues prevén una drástica contracción de la economía estadounidense y ya no solo de una simple recesión de corta duración, sino, más bien, en realidad ya se está hablando de una gran recesión económica estadounidense, recesión que podría durar años.
Y aunque logren controlar la inflación, no podrán controlar su contraparte, es decir, la recesión económica; pero ya no solo estamos hablando de recesión, pues con toda probabilidad estaríamos hablando de una contracción; porque recordemos que, según los últimos datos macroeconómicos dados a conocer por las autoridades financieras de EEUU, en el primer trimestre del presente año la economía de EEUU experimentó una contracción del 1,5%.
De esta manera, todos los problemas se le juntan a las autoridades norteamericanas, pues por un lado experimentan una muy alta inflación y, por el otro lado, también experimentan una contracción económica, y con estas medidas agresivas de la reserva federal, como bajar los tipos de interés en un 0,5% (y se prevén más bajas consecutivas del mismo calibre), solo lograrán agravar aún más la situación, pues si de por sí ya están en contracción económica (ya ni siquiera en recesión), ahora con este aumento de las tasas de interés la contracción de la economía estadounidense se volverá aún más profunda.
Y es que tratan de apagar el fuego echándole más leña. Me explico:
La actual situación que vive la economía de EEUU es una situación que se viene arrastrando desde el crash bursátil del año 2008; desde entonces la reserva federal ha tratado de revivir la economía estadounidense imprimiendo más dólares, dólares que se han utilizado para rescatar a grandes empresas y grandes bancos de Wall Street; y esa emisión cuantitativa básicamente ha sido continuada desde entonces, a veces con más alegría, y otras veces con menos, pero desde entonces las imprentas de la reserva federal no han parado de imprimir nuevos dólares.
Y es con ese nuevo dinero que han logrado mantener a flote a bancos y empresas zombis, solo que esos bancos y empresas ya están muertos, nada más que no les han dado su certificado de defunción.
Pero, en el año 2019, la economía de EEUU volvió a dar dramáticas patadas de ahogado con el colapso del mercado de los REPOS.
Recordemos que este mercado de los REPOS es un mercado al que acuden bancos y empresas para maquillar sus balances financieros en rojo a través de la contratación de créditos urgentes, préstamos que son usualmente de un solo día de duración, y préstamos que toman por garantía a los bonos a corto plazo del tesoro estadounidense, así como a las acciones de grandes empresas y bancos que se consideran financieramente fuertes.
Un repo (del inglés: Repurchase Agreement) es una operación de compraventa de valores, por lo general de renta fija (bonos, obligaciones o letras) a corto plazo, con el fin de recomprarlos al cabo de un tiempo estipulado en el contrato. También puede conocerse por su denominación en inglés “Sale and Repurchase Agreement”.
Entonces, al colapsar este mercado de los REPOS, también colapsaban todas las empresas y bancos que estuvieran en aprietos financieros (que eran muchos, de ahí el por qué colapsó el mercado de los REPOS), pues no podrían ocultar su mala situación económica; de este modo, todo el sistema financiero estadounidense se hubiera venido abajo. Razón por la cual la reserva federal de los EEUU ingresó al mercado de los REPOS como prestamista de última instancia, salvando a bancos y empresas de la banca rota definitiva.
Pero este rescate de la banca estadounidense significó otra masiva emisión cuantitativa (también conocida como flexibilización cuantitativa), pues en solo semanas se inyectaban cientos de miles de millones de dólares al sistema financiero norteamericano, cientos de miles de millones de nuevos dólares que representaban una nueva deuda para los ciudadanos estadounidenses a través de la emisión masiva de nuevos bonos del tesoro norteamericano, bonos que eran intercambiados por los nuevos dólares que imprimía la reserva federal, y dólares que se utilizaban para comprar deuda toxica de empresas y bancos, así como acciones de las mismas empresas y bancos; es por eso que digo que en realidad estas empresas y bancos rescatados con dinero público, en realidad ya están muertos y solo son zombis.
Y es así como desde el año 2008 EE.UU. viene arrastrando esta crisis, crisis que ya estalló en una inflación del 8,5% y en una contracción económica del 1,5%. Pero lejos de mejorar la situación, la reserva federal solo la empeorará todavía más al elevar tan agresivamente las tasas de interés, pues no solo no detendrá la inflación, sino que hundirá a la economía estadounidense en una profunda crisis económica.
La emisión cuantitativa (Quantitative Easing o QE por sus siglas en inglés) es la operación que ha realizado la Reserva para imprimir dinero inorgánico y prestarlo a tasas de interés casi cero a los bancos insolventes. En síntesis, la emisión cuantitativa es una medida patética de último recurso para estabilizar la economía.
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