domingo, 29 de septiembre de 2013

Bola de fuego que cayó del cielo atemoriza a mayas de Yucatán

El objeto aparentemente caído se fragmentó, pero al unir sus piezas se forman figuras humanoides

MÉRIDA, 29 de septiembre.- La caída de una bola de fuego incandescente que iluminó los cielos del sur de Yucatán causó temor a una comunidad maya ubicada en una de las zonas más marginadas de la localidad.














En el poblado de Ichmul, comisaría del municipio de Chikindzonot, los lugareños estaban a punto de disfrutar de una pequeña función de circo en el centro de la comunidad, cuando súbitamente vieron un objeto envuelto en llamas que caía a gran velocidad del cielo.

La vista era tan luminosa que nadie de los que estaban fuera dejaron de observar el resplandor que se fragmentó cuando éste estaba a punto de tocar tierra, similar al estallido de un juego pirotécnico.
La caída del objeto sucedió a las 8:30 de la noche del domingo, rompiendo con la monotonía de este pequeño poblado.

En ese momento el estallido provocó que la corriente eléctrica se suspendiera, aumentando el temor debido a que en la zona de caída se observaban resplandores azules intermitentes.

Mientras las mujeres se persignaban, el comisario municipal, Floro Koyoc Pech, señaló que al caer el objeto, un fuerte estruendo se escuchó en toda la población, e inmediatamente observaron cómo dentro del monte salía un haz de luz que duró hasta cerca de las 2:00 de la madrugada.

“Cuando esa cosa cayó se escuchó un fuerte ruido, parecido a una máquina de soldar, que permaneció hasta las tres de mañana; algunos subimos al techo de la iglesia para ver qué era, y sólo vimos una gran iluminación dentro del monte que hasta pensamos que se estaba quemando”.

“La gente se asustó mucho porque no sabía qué era y temían que el fuego llegara hasta la población; más tarde, se empezaron a desesperar porque la luz se apagaba y crecía otra vez”, expresaron los jóvenes, quienes relataron cómo los perros no dejaban de ladrar.

Los muchachos aseguraron que la extraña iluminación de dicho objeto se logró observar hasta las poblaciones vecinas, como Saban, Quintana Roo; San Francisco, Peto y el municipio de Chikindzonot.

Hallan objeto no identificado en el monte


A temprana hora del lunes, algunos pobladores se internaron en el monte para tratar de hallar el objeto que provocó el apagón, y grande fue su sorpresa al toparse con piezas extrañas incrustadas en la tierra, dejando en ella varios hoyancos de diferentes tamaños.

Al caer, el extraño objeto se impactó contra dos cables de alta tensión de la CFE, que provocó que éstos se rompieran, pese a ser de un material resistente; incluso, parte del cable quedó fundido y dividido en varios pedazos.

Tras este extraño acontecimiento, aún con cierto temor, los lugareños osaron recoger los fragmentos del objeto y resguardarlo en la comisaría municipal, esperando que alguna autoridad pudiera examinarlos y determinar su origen.

En un arranque de curiosidad, los encargados de la comisaría trataron de unir las piezas para darle sentido a dichos objetos, logrando formar figuras humanoides, cuyas imágenes han causado asombro y revuelo entre propios y extraños. Sin embargo, ninguna autoridad ha intentado explicar si los restos son producto de un asteroide o chatarra espacial.

Posible basura cósmica

 
El investigador del Instituto Tecnológico de Mérida Eddie Salazar Gamboa aseguró que el meteorito son fragmentos o residuos de meteoritos atraídos por la gravedad de la Tierra y advirtió que el contacto directo con éstos podría ser peligroso para el ser humano.

En entrevista, el académico dijo que este tipo de meteoros por lo general caen en los polos, o bien en aguas marinas y en algunos casos en tierra, como se registró en la mencionada localidad y que ha causado conmoción a sus habitantes.

El investigador explicó que por lo general son pedazos de rocas cósmicas con un hueco en el centro, que se produce como consecuencia de la fricción y la incandescencia que se genera. Estos fragmentos, dijo, contribuyen a fertilizar la tierra donde se depositan después de su caída.

Salazar Gamboa dijo que esos hechos no deben causar alarma entre la población, ya que está demostrado que todos los días caen un promedio de diez o más toneladas de esos fragmentos en nuestro planeta.
Sin embargo, exhortó a la población a no tener contacto con esos objetos debido a que éstos pueden contener material radiactivo y a la larga pueden generar cierto tipo de cáncer.

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