La Administración estadounidense presentará en cuestión de tres meses un informe al Congreso del país acerca de la posible influencia del sistema S-400, que Ankara prevé adquirir, sobre las operaciones del F-35 y otros sistemas de armamento usados por la OTAN.
En un comentario exclusivo a Sputnik, el experto militar ruso Dmitri Drozdenko diseccionó las razones por las que Washington no quiere entregar los cazas F-35 a Turquía.
Una de las razones es el hecho de que esto resulte en una situación incómoda cuando un caza estadounidense se encuentre en servicio al lado de un sistema de defensa antiaérea ruso, señaló Drozdenko, quien también se desempeña como vicedirector de la revista Arsenal Otechestva.
"Justo en ese momento se verá que este caza furtivo no es tan furtivo como lo venden. Puede que haya una filtración y todos se enteren de que el F-35 no es nada espacial. Entonces habría un escándalo financiero", reflexionó el experto.
Al mismo tiempo, el entrevistado argumentó que es poco probable que Ankara opte por los cazas de quinta generación Su-57 rusos para sustituir a los F-35, ya que la parte turca ya ha pagado por estos aviones estadounidenses.
Otra razón por la que esto parece improbable es la participación de Turquía en la cadena de producción del caza, razonó Drozdenko.
"Si la excluyen, será Lockheed Martin —la empresa productora de F-35— la que sufrirá las mayores pérdidas. Entonces habrá que volver a establecer este eslabón de producción en otro lugar, lo que resultará en demoras y, como consecuencia, en multas", manifestó.
A juicio del experto, las discrepancias entre Ankara y Washington no provocarán una ruptura en las relaciones ya que la primera es un aliado demasiado importante en la región para EEUU, concluyó.
El 1 de agosto el Senado de EEUU aprobó el presupuesto de Defensa —promulgado el 13 de agosto por Trump— que obliga al secretario de la cartera, James Mattis, a entregar al Congreso un plan para impedir que Turquía adquiera las aeronaves F-35 en castigo por firmar con Moscú en diciembre de 2017 el contrato de compra de los S-400.
A finales de julio, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que demandará a Washington en la Corte Internacional de Arbitraje si EEUU se niega a entregar a Ankara los cazas F-35.
Otra razón por la que esto parece improbable es la participación de Turquía en la cadena de producción del caza, razonó Drozdenko.
"Si la excluyen, será Lockheed Martin —la empresa productora de F-35— la que sufrirá las mayores pérdidas. Entonces habrá que volver a establecer este eslabón de producción en otro lugar, lo que resultará en demoras y, como consecuencia, en multas", manifestó.
A juicio del experto, las discrepancias entre Ankara y Washington no provocarán una ruptura en las relaciones ya que la primera es un aliado demasiado importante en la región para EEUU, concluyó.
El 1 de agosto el Senado de EEUU aprobó el presupuesto de Defensa —promulgado el 13 de agosto por Trump— que obliga al secretario de la cartera, James Mattis, a entregar al Congreso un plan para impedir que Turquía adquiera las aeronaves F-35 en castigo por firmar con Moscú en diciembre de 2017 el contrato de compra de los S-400.
A finales de julio, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que demandará a Washington en la Corte Internacional de Arbitraje si EEUU se niega a entregar a Ankara los cazas F-35.
Turquía firmó en diciembre de 2017 un acuerdo con Rusia para la compra de dos baterías S-400.
El avanzado sistema antiaéreo S-400 Triumf —SA-21 Growler, según la designación OTAN— es capaz de abatir blancos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos. Tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y por sus prestaciones pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.
De acuerdo con el plan inicial, la Fuerza Aérea de Turquía iba a recibir 30 cazas F-35 en la primera etapa de la entrega. Las autoridades otomanas preveían obtener cerca de un centenar de cazas F-35. Por ahora, Ankara ha recibido solo dos aviones de este tipo.
El avanzado sistema antiaéreo S-400 Triumf —SA-21 Growler, según la designación OTAN— es capaz de abatir blancos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos. Tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y por sus prestaciones pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.
De acuerdo con el plan inicial, la Fuerza Aérea de Turquía iba a recibir 30 cazas F-35 en la primera etapa de la entrega. Las autoridades otomanas preveían obtener cerca de un centenar de cazas F-35. Por ahora, Ankara ha recibido solo dos aviones de este tipo.
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