El papa tacha el capitalismo de "nueva tiranía" y cree que "no compartir, es robar"

Este papa parafrasea al anticristo, una prueba mas de que el es el falso profeta, el "Juan Bautista" luciferino de la Nueva Era. Aquel que anuncia la llegada del "cristo cósmico", del "instructor del mundo, Maitreya". Acá una cita del anticristo para que la comparen con la frase de Francisco I:



Según Maitreya: “Sin compartir no puede haber justicia; sin justicia no puede haber paz; sin paz no puede haber futuro”.

Ya el Vaticano en varias ocasiones ha pedido un Gobierno Mundial y un Banco Mundial (Nuevo Orden Mundial) que redistribuya la riqueza en forma mas "equitativa y justa", y una vez mas Francisco I vuelve a abogar por un nuevo sistema económico mundial. Claramente la jerarquía católica romana quiere implementar los planes del anticristo.

Tened cuidado con aquellos lobos rapaces que se visten de ovejas.

"El actual sistema económico es injusto y 'mata'", afirmó el papa Francisco en un documento difundido este martes en el que describe al capitalismo sin límites como "una nueva tiranía invisible".

Así como el mandamiento de 'no matar' pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata", escribió el Pontífice en su primera exhortación apostólica 'Evangelii Gaudium' ('La Alegría del Evangelio').

Subrayó que “no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”, manifestó en su escrito, según la agencia Reuters.

El sistema financiero actual, que favorece la distribución desigual de la riqueza y la violencia, debe cambiar, según advirtió el papa.

"No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa", denunció.

En el documento, de 142 páginas, el Pontífice instó a los líderes mundiales a intensificar sus esfuerzos contra la pobreza y la creciente desigualdad y exigió a las personas más adineradas que compartan su riqueza con los necesitados.

Además, pidió una renovación de la Iglesia Católica y abogó por una "conversión del papado". En su opinión, tanto el Vaticano como su jerarquía "necesitaban escuchar también la llamada de la conversión pastoral".

Desde su elección, el papa Francisco ha tenido numerosos gestos orientados a acabar con la imagen de opulencia que dio la Iglesia en otras ocasiones. Actualmente reside en una casa de invitados del Vaticano en lugar de hacerlo en el Palacio Apostólico y viaja en un Ford Focus. El mes pasado suspendió a un obispo que gastó millones de euros en una lujosa residencia.