lunes, 22 de junio de 2015

El mensaje escatológico del Arca de Noé para los tiempos finales

Cuando Noé entro en el arca ese era un Símbolo de Dios entrando en su templo, es decir, en el cuerpo humano. "Y me Haréis un templo y yo habitare en el". La generación contemporánea de Noé era perversa y por lo tanto Dios no podía habitar en ellos, pero las generaciones posteriores, es decir, post diluvianas eran diferentes, pues eran descendencia de Noé, él único al que Dios considero digno de salvar. El arca representaba el cuerpo del hombre.



En tanto el ángel de la destrucción, de la muerte, estaba afuera destruyendo la faz de la tierra, pero no destruía el arca, pues en ella habitaba el Eterno, pues había entrado en ella para estar con Noé, su familia y los animales que Él había salvado de la destrucción.

Así como el ángel de la muerte no pudo perjudicar el arca, pues en ella estaba Dios, así tampoco puede afectar a los que han invitado a entrar en ellos al creador. Eso mismo hicieron los judíos durante el éxodo de Egipto, pues se encerraron en sus hogares mientras pasaba el ángel de la muerte y mataba a los primogénitos de las familias egipcias, claro que tuvieron que marcar los dinteles de sus puertas con la sangre de un macho cabrio, que era ni mas ni menos la representación simbólica de la sangre redentora de nuestro señor Jesucristo, pues Él es Dios mismo.  "He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".

Por lo tanto, se puede hablar de los hijos de Adam y de los hijos de Noé.

Ademas, el diluvio fue necesario, pues toda la tierra estaba corrompida, la tierra, no solamente el humano; ¿y quien la corrompió (y a los humanos)? Los ángeles caídos. Es decir, toda la naturaleza había sido afectada por la acción de esos espíritus malignos, ademas, la descendencia de esos ángeles caídos con las mujeres había generado seres malvados, gigantes (Nephilim), que eran una aberración anti-natural.

Por eso Dios tuvo que exterminar no solamente a la generación malvada, si no también, tuvo que exterminar toda vida sobre la faz de la tierra a excepción de Noé, su familia y los animales que había en el arca, los cuales Dios escogió, pues ellos mismos entraron en el arca por orden del creador.

Aquí sacamos una gran lección para estos tiempos modernos, pues dice la Biblia que los tiempos finales serian como en los días de Noé, es decir, la naturaleza sufriría la acción predadora del humano, ósea, la naturaleza estaría corrompida, corrompida en su misma esencia, modificada genéticamente, tal como hace hoy día Monsanto y muchas otras empresas biotecnológicas. Eso mismo es lo que hicieron los ángeles caídos con la naturaleza, la alteraron genéticamente creando híbridos.

Ya no era la creación original del eterno, cuando dice que macho y hembra los creo según su especie. Satanás corrompido la naturaleza anti-diluviana, y ahora una vez mas la altera a través del hombre. La historia se repite.

Escucha tu que puedes oír lo que el Señor dice

Nota: Los animales entraron en el arca poco antes de que empezara el diluvio, entraron en ella por su propia voluntad, motivados por Dios, es decir, fueron elegidos por Dios y no por Noé. Eran animales puros.

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