viernes, 28 de marzo de 2014

La soberbia y el egoísmo son signos de que vivimos "los últimos tiempos"

Los judíos tienen una profecía con respecto a la llegada del Mesías (segunda venida de Jesucristo para los cristianos); ellos esperan que en el mundo reine la indiferencia, el desamparo entre los humanos, un egoísmo desenfrenado entre las gentes. Eso es muy similar a lo que nos dice el nuevo testamento respecto a la segunda venida de Jesucristo, pues en los últimos días habría falta de amor, habría un egoísmo rampante, una doble moral; los hijos serian contra los padres, y los padres contra los hijos. El padre entregaría al hijo, y el hijo al padre.


MATEO 10:21
El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.





Todo eso es mas que evidente en nuestro tiempo, pues ya no hay respeto de los hijos hacia los padres, y en muchos casos de los padres hacia los hijos. Los jóvenes y niños de ahora ya no tienen respeto para los adultos, para la gente mayor. Antes ser viejo era visto como un signo de sabiduría, ahora es un signo de decrepitud, de decadencia, y sus consejos son considerados inútiles por los jóvenes, ahora los viejos son objeto de burla.



Estas nuevas generaciones son extremadamente egoístas, groseras, altaneras, faltas de valores éticos y morales; pero son el resultado de la mala educación recibida de los padres, pues confundieron libertad, con libertinaje, y permitieron y hasta incentivaron su irreverencia, les complacieron en todo, y les dieron todo lo que les pidieron, haciendo de sus hijos, en muchos casos, unas verdaderas lacras sociales, inservibles y ociosas, amantes de la vida fácil, buscando obtener las cosas sin hacer ningún esfuerzo, ningún trabajo.



En México, tristemente somos testigos de una verdadera descomposición social, generada en la mayoría de las veces por esas nuevas generaciones, que han perdido el respeto por sus padres y hermanos, y por los demás. Por eso es que fácilmente caen en la delincuencia, por su flojera, por su egoísmo, por su irreverencia, por que quieren la buena vida, pero sin tener que realizar algún esfuerzo para obtenerla. Quieren obtener las cosas gratis, a costa de los demás, pues han perdido todo respeto por la vida y persona del prójimo; no tienen empatía hacia nadie, solo destilan egoísmo y odio.  Son soberbios y estúpidos.



Pero no solo el egoísmo y soberbia esta en la gente de a pie, esta en todos los estratos sociales, en todas las esferas publicas, pues ahora cualquier político trabaja solo para beneficio de el, e ignora el bienestar común. Hay una doble moral diabólica en sus personas y discursos. Para obtener el favor del pueblo en las urnas prometen todo, ofrecen trabajar para todos, velar por sus intereses: Prometen luchar por mejores salarios para todos, construir mas hospitales, escuelas, mejor transporte, etcétera; Pero a la hora de obtener el cargo en la administración publica, no cumplen nada de lo prometido, o casi nada, y si lo hacen, lo hacen de manera engañosa, fraudulenta, obteniendo grandes ganancias por la realización de esas obras, pues dan esos contratos a empresas propias o de amigos, o de quien les de mas dinero por adjudicarles el contrato, con la consiguiente consecuencia de que todo se hace mal; mal trabajado, mal diseñado y pésimos materiales de construcción utilizados en su realización, ademas de un sobre costo, que al final tendremos que pagarlo todos, a través de mas impuestos, o de endeudar mas al país.







Y esa corrupción y deshonestidad, e ineptitud, se da en todos los niveles de gobierno.



Esa doble moral se puede ver en el auge de la defensa de los derechos humanos, ¿por que?


Por que al exigir se respeten mis derechos, estoy siendo en algún grado egoísta, por que estoy anteponiendo mi bienestar al de los demás, por que si yo, y todos los demás, cumpliera con mis obligaciones civiles, éticas y morales, entonces no habría necesidad de exigir respeto a mis derechos. Antes que exigir respeto, debemos dar ese respeto, ganarnos ese respeto, y así todos serian, o seriamos, respetados. Ya dice la palabra de Dios: "Es mejor dar que recibir"; hay mas satisfacción en dar y compartir que en recibir.


Creo eso es muy evidente en las organizaciones de derechos humanos; muchas veces defienden mas al delincuente que a la victima, luego por eso muchos transgresores de la ley son liberados, por la acción de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, ya que buscan cualquier fisura en el código penal para liberarlos.

No digo que los derechos humanos sean malos, pero SÍ así como se promueven, se promovieran las obligaciones humanas, otro gallo cantaría. Pues antes que exigir respeto a nuestros derechos, debemos dar ese respeto, y eso es lo que se ha perdido, por no entender la adecuada educación que debimos dar a nuestros hijos, por no enseñarles el respeto y la humildad, antes que la soberbia y el egoísmo.



Todo esto es un signo, una señal de los últimos días, de los últimos tiempos, del inminente retorno de Jesucristo a la tierra.

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