sábado, 13 de agosto de 2016

Según The Economist (y los Simpson) Trump será el presidente que lleve a la ruina a los EEUU

Últimamente se habla mucho del "romance" entre Putin y Donald Trump, pero desde hace tiempo se conoce de las buenas relaciones que hay entre ellos.

Incluso ahora hay gente en Estados Unidos (incluyendo a Obama) que se alarma de ello, viendo en el candidato republicano a un pelele que se deja manipular por Putin. Pero la realidad es otra; Trump no es un político, ni un tonto, en todo caso es alguien con una visión diferente a la clase política estadounidense y, sus contactos con Putin son de antes de que se lanzará a la carrera por la presidencia de los EEUU, de unos diez años atrás.

Aunque a decir verdad, ciertamente Putin tiene "agentes", por decirlo de alguna manera, en los EEUU, pero no sólo ahí, también los tiene en Europa y otras regiones del mundo. En menor o mayor grado el zar ruso influye en la política interna de esos países. Pero no es una practica exclusiva de Vladimir; los Estados Unidos e Inglaterra tienen una larguísima historia de manipulación de la política interna en infinidad de países, quitando y poniendo gobiernos a su libre antojo y arbitrio.

En cierta forma Donald Trump es un "aliado" de Putin; eso es bastante claro cuando se les oye expresarse uno acerca del otro, hay una admiración y respeto mutuo.

Trump admira a Putin y Putin manipula en cierto grado a Trump, aunque ciertamente hay respeto mutuo. Pero no sólo Putin manipula a Trump, lo hace prácticamente con todos los líderes mundiales: les impone de manera velada, inconsciente, subliminal, sus condiciones. Esas son las ventajas de haber sido un agente de los servicios secretos rusos (es el caso de Putin): conocer las técnicas de manipulación y control mental, muy bien aplicadas en el caso del presidente ruso.

Pero también es cierto que Vladimir tiene a su gente infiltrada en los servicios secretos occidentales, los conocidos como espías, pero también dentro de los partidos políticos y organizaciones político/sociales como es el caso de Marie Le pen y otros.

En el caso de Trump, es indudable que hay un cierto grado de coordinación con el presidente ruso y, probablemente, hasta apoyo financiero. Pero como vuelvo a repetir; eso no es nuevo, en todo el mundo se da, incluso el loby sionista es muy influyente - yo diría determinante - en la política interna de los EEUU. También las monarquías del Golfo Pérsico manipulan subrepticiamente a los partidos políticos estadounidenses.

Pero la reptil Hillary Clinton hace un escándalo de las declaraciones de Donald Trump, diciendo que estaincapacitado para dirigir los destinos de los estadounidenses por que se muestra muy servil hacia Putin, cuando la verdad es que es el único que ha dicho cosas sensatas y coherentes (no siempre, pero tiene sus momentos de lucidez) como la vez que dijo que abandonaría el TPP, o cuando dijo que reconocería la anexión de Crimea por parte de Rusia, o cuando afirma que Clinton armó y organizó al Estado islámico y que por lo tanto debería ir a prisión, o cuando pidió a Rusia que recuperará los correos electrónicos "perdidos" que incriminan a Clinton de la creación del ISIS y de la destrucción e invasión de Libia entre otros muchos crímenes. En fin, que ha tenido sus momentos de cordura y ha hecho declaraciones contundentes y veraces; declaraciones que sus contrincantes políticos han utilizado para tratar de denostarlo.

Pero lo que me resulta preocupante es que muchos gringos se crean el cuento del coco que les platican los aliados de la Clinton, pintando a Trump como el mismo demonio cuando la demonia es ella.

No defiendo a Trump, ni mucho menos, pero de los males es el menor. Incluso ha tenido la amabilidad de advertirles a los estadounidenses que retiren su dinero de los bancos y vendan sus acciones del mercado de valores para que puedan invertir en oro y plata y activos físicos por que se viene un desastre financiero; y si tomamos en cuenta que él es un empresario tienen más sentido sus palabras, algo sabe indudablemente.

Por otro lado, Trump, como he dicho, no es un político si no un empresario; pero lo que hay que considerar también es el hecho de que además de empresario también es un mafioso, miembro de "la cosa nostra", o al menos se codea con ellos, por lo que su conocimiento de las intrigas que se dan en las altas esferas del poder es amplio.

Desde un principio advertí que Trump resultaría electo presidente de los Estados Unidos pero que el desastre se daría durante su administración, pero el desastre no es que lo vaya a provocar él, No, el desastre se viene cocinando desde hace años pero él va ser el chivo expiatorio a quien echarle la culpa.

Ese escenario ya lo anticiparon los simpson, y no es que la serie animada sea premonitoria Si no, más bien, que su creador es un masón de grado 33 y por lo tanto le encomendaron la tarea de ir manipulando a la borregada, acondicionandola para obtener de ellos un objetivo específico: hacerles creer que su destino ya esta predeterminado y que nada pueden hacer, para de esa manera ocultar las verdaderas causas y sus autores.

Y para quien dude acerca de lo escrito anteriormente, esta la declaración, en forma de imágenes y símbolos, de la influyente revista estadounidense The Economist acerca del próximo presidente de los Estados Unidos, señalando a Donald Trump como el elegido; y es que dicha revista no es cualquier cosa, es ni más ni menos que el pensamiento de las élites en el poder, específicamente es la voz oficial de los Rothschild.

Esta portada de la dicha revista es inusual, pues la sacan a mitad de año como rectificando la anterior de principios de año cuando en apariencia ponían a Hillary Clinton como la presidente de los EEUU, pero lo curioso de la presente portada es que ponen a Trump como la causa de la debacle de los EEUU, donde se puede observar a la Casa blanca (Washington) en el fondo del mar en medio de una muralla rota y en ruinas.


portada de la revista The Economist de mediados de año



portada de The Economist de principios de año

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