Pero la pregunta es: ¿realmente puede cumplir sus amenazas Trump?, pues eso está de dudarse, me explico.
Resulta que entre México, Canadá y Estados Unidos existe un tratado de libre comercio (TLC o NAFTA) que data desde el 1994, es decir, de hace 23 años atrás; y ese tratado es precisamente eso, un tratado de libre comercio, y como tal, no permite la aplicación de aranceles ente las tres naciones, a menos que se compruebe que dichos aranceles son justos y aplicables como medida compensatoria en casos de donping comercial, es decir, en caso de que alguno de los tres países aplique un subsidio a determinado producto lo que resulte en una ventaja competitiva desleal para tal producto.
Pero en el caso de los aranceles con los que amenazó Trump a Ford y Toyota son del todo injustos, con lo que México al estar protegido por el tratado de libre comercio puede demandar a EEUU una indemnización, o en todo caso, está autorizado a aplicar aranceles compensatorios que considere equivalentes a determinados productos estadounidenses que importe.
Pero si aún así Trump insiste en aplicar unilateralmente medidas restrictivas a los productos mexicanos, entonces estaríamos ante una guerra comercial en toda forma, con lo que a México no le quedaría mas remedio que abandonar el tratado de libre comercio y aplicar aranceles compensatorios a todos los productos que lleguen de Estados Unidos.
Pero el problema es que México es una economía pequeña en comparación a la estadounidense, muy dependiente de las exportaciones y de los insumos tecnológicos del exterior; ante una situación así México llevaría todas las de perder contra Estados Unidos, pero a la larga beneficiaria a México, pues tendría que buscar nuevos socios comerciales además de verse en la necesidad de desarrollar la industria nacional y la ciencia y tecnología local. Además, también hay que tener dignidad y no podemos permitir que nos pisoteen así sea la primera potencia militar del mundo la que tengamos enfrente.
Claro que las armadoras de automóviles, sobre todo en el caso de Ford, estarán pensando en las posibles represalias que podría emprender contra ellas Donald Trump en territorio gringo, pues como ya expliqué, la amenaza que profirió sería difícil cumplirla, a menos que realmente quisiera una guerra comercial contra México y el abandono del TLC; que por otro lado, esa fue una promesa de campaña, así que las amenazas contra Ford, Chevrolet y Toyota solo son el pretexto para cumplir su promesa.
Por otro lado, no olvidemos que durante la crisis financiera del 2008 el gobierno estadounidense salvó de la quiebra a Chevrolet y Ford, por lo tanto, estarían en deuda con él (con el gobierno), por eso es que Ford cedió ante el chantaje de Trump.
Cuando la firma del TLC los negociadores gringos se sorprendieron del servilismo extremo de las autoridades mexicanas hacia ellos, pues cedían ante asuntos que ni ellos les habían pedido ceder, es decir, les daban concesiones que ellos no habían pedido, mucho menos exigido, con lo que a todas luces era un tratado extremadamente ventajoso para ellos, pero aún así Trump dice que es un tratado injusto para ellos, pero lo que no sabe es que ese tratado eliminó la industria y el campo mexicano a favor de las transnacionales gringas y canadienses; así que si lo deroga, en realidad nos estaría haciendo un gran favor, sólo espero que las autoridades del país sepan aprovechar esta nueva oportunidad que nos da la vida.
Firma del TLC
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