Conforme ha anunciado el portal Al-Masdar News, aviones de combate de la Fuerza Aeroespacial rusa han bombardeado este lunes varias posiciones de los milicianos proturcos cerca de la ciudad de Salqin, en el norte de Idlib.
Como consecuencia del ataque, más de 100 milicias han muerto o resultado heridas, ha agregado el medio, citando a una fuente local, que habló bajo condición de anonimato.
Además, ha proseguido, los cazas rusos han logrado destruir completamente un campo de entrenamiento de Failaq al-Sham cerca de la frontera turca en Idlib, último feudo de las bandas armadas y extremistas en Siria.
Entretanto, varios medios de comunicación han informado de al menos 25 milicianos muertos por la referida ofensiva, aseverando que el ataque se produjo mientras los elementos de Failaq al-Sham estaban celebrando un acto militar.
Desde el comienzo de la crisis siria en 2011, Rusia ha prestado todo tipo de apoyo al Gobierno sirio. En marzo de 2015, Moscú comenzó además, a solicitud de Damasco, una intensa campaña aérea contra las posiciones en el país de grupos terroristas como Daesh o el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), rama de Al-Qaeda en Siria.
En esta misma línea, cazas de la Fuerza Aeroespacial rusa, en una ofensiva conjunta con la Aviación siria, lanzaron el sábado amplios ataques contra las fortificaciones de Daesh en la frontera administrativa entre las provincias sirias de Homs (centro) y Hama (centro-oeste), logrando infligir grandes pérdidas y considerables daños en las filas terroristas.
El presidente de Siria, Bashar al-Asad, ha advertido repetidamente del apoyo brindado por el Occidente y Turquía a las bandas extremistas en Siria, y subraya que la presencia militar de Rusia en suelo sirio se debe a tales “políticas agresivas”, que han causado el prolongamiento del conflicto armado en el país árabe.
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