El Tratado de Bucareli, firmado en 1923, se considera uno de los
documentos políticos que más claramente muestran el dominio que los
Estados Unidos de América tuvo sobre la República Mexicana durante el
siglo XX.
El marco nacional dentro del cual el tratado fue firmado se caracterizó
por la inestabilidad política y las constante asonadas militares. Uno de
los orígenes de la relativa debilidad del gobierno de Álvaro Obregón
provenía del hecho de que los Estados Unidos no habían reconocido el
régimen post-revolucionario. La Constitución de 1917, con una marcada
influencia socialista y nacionalista había perjudicado a muchos
interesés estadounidenses por lo cual los presidentes de áquel país se
negaron a reconocer como legítimos a los presidentes de México
Venustiano Caranza y Álvaro Obregón y además exigían la derogación de
varios artículos o al menos que no fuesen retroactivos.
El tratado fue firmado por Álvaro Obregón el 13 de agosto de 1923 y en
él se dispuso que las propiedades agrícolas expropiadas a
estadounidenses se pagarían con bonos, si no eran mayores a 1755
hectáreas y en efectivo y de inmediato si eran mayores. El artículo 27
no era retroactivo para los estadounidenes que hubiesen adquirido sus
concesiones antes de 1917 lo cual les permitía seguir extrayendo y
vendiendo petróleo.
Uno de los puntos más interesantes del tratado es que el estado mexicano
se comprometía a no desarrollar industria petrolera, bélica, aérea o
marítima durante los siguientes 75 años. A cambio los estadunidenses
venderían productos ya manufacturados a México a precio preferencial. La
novela "Los protocolos secretos. De Versalles a Bucareli" del autor
Adolfo Arrioja Vizcaíno expone la teoría que el tratdo de Bucareli fue
una adaptación de los Tratados de Versalles que fueron impuestos a
Alemania tras su derrota en 1918 y que intentaban prevenir que este páis
volviese a convertirse en una potencia.
Hasta donde se sabe, el tratado tiene una cláusula de confidencialidad
de 100 años por lo cual sólo podrá ser conocido hasta el 2023.
Y todavia nos preguntamos el porque Mexico no produce autos, aviones, barcos o material belico.
Hasta ahora.
Ya que de hace unos pocos años a la fecha la Armada de Mexico ya empezo a
construir buques de guerra con tecnologia mexicana, la cual incluye el
concepto Stealth, aunque la capacidad actual es de 2 buques por año, con
una interesante tecnologia si me permiten decirlo asi.
Tambien existe una marca de autos Mexicanos se llama MASTRETA, diseña y construye autos deportivos de excelencia.
Y por ultimo que me dicen del nuevo fusil de asalto del Ejercito
mexicano? es el FX-05 "Xiuhcoatl" construido enteramente con tecnologia
mexicana.
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