jueves, 22 de septiembre de 2016

Estados Unidos ante el dilema: transformarse o morir

¿Seguir por la misma senda u optar por el cambio (al menos en teoría)?

Que es mejor: ¿vivir en constante deterioro de la condición económica o patear el tablero y comenzar desde cero aunque al principio impere el caos y la desorganización?.

Pues parece que a los ingleses les gustó más la segunda opción y aunque sufren penurias económicas al principio, decidieron dar una lección a sus autoridades y salirse de la Unión Europea.

Desde entonces la libra esterlina no deja de perder valor.

Pero otros que están ante una perspectiva similar son los estadounidenses: por un lado tienen la opción de seguir el mismo esquema de declive económico actual (y pérdida de "prestigio" internacional) si optan por la opción representada por Hillary Clinton; o pueden elegir la otra opción representada por Donald Trump.



Trump, al menos en el papel, representa el cambio, la vuelta a la identidad Nacional (nacionalismo); un giro en la geopolítica y un cambio en la política económica y financiera.

Pero a decir verdad, si los Estados Unidos desean mantenerse como una unidad, una nación, no tienen otra opción que la propuesta por Trump.

Así es, si los Estados Unidos continúan como hasta ahora su desintegración es un hecho. El colapso financiero es inminente, arrastrados por su enorme deuda, pero principalmente por el hecho de que el dólar pierde terreno rápidamente como divisa de reserva mundial, y eso como resultado de su política internacional rapaz y depredadora.

El mundo está cansado de su aptitud imperialista y neocolonialista; de su pretendido papel de "gendarme" internacional que sólo busca su propio beneficio. Es por eso que el mundo lo castiga golpeándolo donde más le duele: en el aspecto financiero; es por eso que abandonan el dólar como moneda de reserva mundial, pues saben que si lo hacen es como clavarle una estaca en el corazón a los Estados Unidos.

Es en este aspecto que se entiende la actual propuesta del gobierno turco a Rusia para abandonar el uso del dolar en su intercambio comercial; eso para aquellos que aun mantienen la tesis de que aquello fue un auto-golpe (el fallido golpe de estado en Turquía)

Trump tiene como propuesta de campaña la distensión de los conflictos armados alrededor del mundo en los cuales participa Estados Unidos (prácticamente todos); también aboga por un acercamiento con Rusia para lograr acuerdos que contribuyan a solucionar los mismos, algo que sin duda ayudaría a cambiar la nefasta imagen que tienen los Estados Unidos ante el mundo.

Pero lo que es aun mas significativo es el giro de 180 grados que propone en la política financiera y económica de la nación: El dice que de llegar a ser presidente derogara y/o no aprobara los tratados económicos internacionales que Estados Unidos mantiene con muchos países y regiones del mundo: básicamente dice que no ratificara el tratado TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica); que anulara el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y con Norte América (TLC), etcétera. Es decir, dará marcha atrás en la globalización de la economía estadounidense centrándose mas en el comercio interno. Por otro lado, aplicara impuestos mas elevados a las empresas estadounidense que tengan sus fabricas fuera del país (para lograr que las traigan de regreso y así mantener los puestos de trabajo en suelo estadounidense); y exigirá compensación económica a aquellas empresas que deseen dejar el país.

Sin duda estas medidas propuestas por Trump ayudarían a la economía de los Estados Unidos y la pondrían nuevamente en la senda del crecimiento.

Y parece que muchos estadounidense son afines a estas ideas, pero sobre todo desean un cambio, pues creen que no puede pasar nada que sea mas grave que lo que actualmente acontece con la economía americana, es decir, están dispuestos a tomar el riesgo que representa Trump con la esperanza de que la situación vaya a mejor. Por lo tanto, afirmo que Trump sera efectivamente el nuevo presidente de los Estados Unidos.

No olvidemos que Donald Trump no es un político, es un empresario y, sobre todo, es un Outsider (fuera del sistema).

No hay comentarios:

Publicar un comentario