Solo faltan unas horas para que sepamos, o tal vez no, quien es el nuevo presidente de EEUU. se entiende que, si la competencia está muy cerrada, los resultados definitivos, o más bien, la declaración oficial de triunfador, tardará algunos días más en darse.
Pero según casi todas las encuestas el virtual ganador es Joe Biden, por una diferencia holgada de algo así como 10 puntos porcentuales.
Pero la pregunta es: ¿Quién es realmente el ganador? o el perdedor en este caso.
Aquí la cuestión es que en realidad se trata de la contienda entre un solo candidato; es decir, en realidad solo se trata de saber si Donald Trump vence a Donald Trump, o si, por el contrario, Donald Trump gana a Donald Trump. Me explico.
Si bien en la papeleta hay dos candidatos a la presidencia de los EEUU, en la realidad solo existe uno, y ese es Donald Trump, porque los que voten en contra de él, no es que estén votando a favor de Joe Biden, sino que, en realidad, lo que están diciendo es que no quieren un día más a Donald Trump en la Casa Blanca no importando quien sea su sustituto, pues ante los ojos de muchos cualquiera es mejor que Donald Trump para ocupar ese lugar.
Entonces, en realidad si Donald Trump pierde, habrá perdido ante él mismo y no ante Biden; pero si gana, será un triunfo solo suyo.
Será un triunfo de él sólo porque es su imagen la que atrae a las masas, no la capacidad de convocatoria que pudiera tener el partido republicano, y así ha sido desde el principio.
Pero como lo advertí desde hace más o menos un año, esta contienda electoral la tiene perdida Donald Trump, y su némesis será la guerra comercial y tecnológica emprendida contra china, así como la mala gestión de la crisis sanitaria actual.
Con lo que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el verdadero vencedor en esta contienda electoral en EE.UU. ha sido china, pues ellos demostraron cómo con trabajo y disciplina se puede vencer al bicho, así como a las sanciones económicas y comerciales impuestas por Washington.
Esta guerra comercial es la que ha golpeado con fuerza a la economía estadounidense, pues los altos aranceles a los productos chinos, y su consiguiente respuesta por parte de las autoridades de Pekín, han colapsado la economía estadounidense; claro que también la epidemia ha hecho su parte, pero este declive económico de EE.UU. empezó desde el mismo momento en que iniciaron la guerra comercial contra china.
Las medidas anti-chinas de Washington han tenido su respectiva respuesta, tanto por parte del gobierno de Pekín, como del pueblo chino, de tal manera que las empresas estadounidenses han sido las principales perdedoras en esta guerra, y con ellas, también sus trabajadores; y esto ha permeado a toda la economía estadounidense, pues estas empresas son los principales empleadores de ese país.
Otro factor que se me había olvidado mencionar es el caso del petróleo, si de por sí ya antes de la pandemia los precios internacionales del crudo habían colapsado fruto de la guerra emprendida por arabia saudita contra los productores estadounidenses de petróleo de esquisto, la crisis sanitaria vino a agravarlo todo, de tal manera que inclusive los precios internacionales del petróleo llegaron a estar en números negativos, es decir, que te pagaban porque te llevaras el petróleo.
Y no olvidemos que gracias a la industria del fracking EEUU se ha convertido en el primer productor mundial de petróleo, situación que lo vuelve realmente vulnerable a los bajos precios del hidrocarburo, pues esa industria solo es rentable con precios altos, por arriba de los 30 dólares por barril de crudo, situación que no ha sido así desde que se inició la guerra de los precios internacionales del petróleo y desde que la pandemia azotó al mundo entero; es decir, desde hace aproximadamente dos años. Esta situación ha llevado a la quiebra de infinidad de empresas petroleras estadounidenses, y eso, por supuesto, golpea con fuerza la economía de ese país.
No olvidemos que hace solo unos meses atrás la Reserva Federal acudía al rescate de la industria petrolera estadounidense, así como de todo el sistema bancario de ese país, de tal manera que emitió deuda pública por varios billones de dólares, ya le perdí la cifra, pero la última vez creo recordar que eran algo así como 8 millones de millones de dólares, con lo que podemos suponer que esa cifra ha aumentado unos billones más. Y tampoco olvidemos que la cifra oficial de la deuda pública estadounidense asciende a unos 36 billones de dólares, aunque en realidad esa cifra es mucho mayor, llegando a la escandalosa suma de 326 billones de dólares estadounidenses.
Toda esa nueva deuda solo es el resultado de las nefastas políticas internacionales de Donald Trump, pues su guerra comercial solo ha traído para EE.UU. boicots contra sus productos, además de contra medidas por parte de los principales afectados, siendo la principal china.
No olvidemos que Pekín ya tiene preparada su lista negra de empresas estadounidenses, lista que se hará efectiva en caso de que el nuevo gobierno estadounidense continúe esta política anti china por parte de Washington.
Pero que china es el principal ganador en esta contienda electoral lo podemos ver claramente si consideramos como ha resuelto el tema de las sanciones estadounidenses, pues no solo no han afectado el comercio internacional de productos chinos, sino que los ha aumentado aún más; y esto se ve claramente en el caso de Huawei, pues su nuevo smartphone, el mate 40, tan solo salir al mercado se ha agotado a los 11 segundos, mientras que el buque insignia de su rival estadounidense, es decir, de Apple, ha tardado más de 45 minutos en agotarse; este dispositivo no es otro que el IPhone 12. Y esta situación la podemos extrapolar al tema económico, pues en el último trimestre la economía estadounidense se contrajo un 3,5% con respecto al año pasado (aunque con respecto al trimestre anterior creció un 33%), mientras que en el mismo periodo de tiempo la economía china creció un espectacular 5%, con todo y pandemia.
Y volviendo al tema Apple, no solo esta empresa ha sido desplazada por Huawei y la coreana Samsung, sino que ahora mismo otro gigante tecnológico chino, es decir, Xiaomi, la ha desplazado a un lugar secundario en lo que se refiere a la venta de Smartphones. Es decir, los estadounidenses han caído hasta un cuarto lugar.
También, volviendo al tema Huawei, esta empresa a raíz de las sanciones estadounidenses está por abrir una fábrica de semiconductores con tecnología propia para no depender más de proveedores americanos y occidentales; esto, por supuesto, de hacerse realidad supondría un golpe mortal a la industria de los chips norteamericana, pues no solo habrían perdido al principal fabricante internacional de equipos y redes 5G, sino también de dispositivos móviles, además de que, eventualmente, Huawei los va a desplazar del mercado internacional al ofrecer productos similares (chips) a un precio más económico. Esta guerra comercial y tecnológica de Trump supondrá finalmente la muerte de la industria de semiconductores gringa.
Y no olvidemos que no solo es Huawei la única empresa que está por abrir fábricas de semiconductores de última generación con tecnología china, sino que también hay otras, como, por ejemplo, SMIC.
Y esto es lo que la gente ve, básicamente los empresarios estadounidenses, y es por eso que ya no quieren a Donald Trump en la Casa Blanca, pues de continuar terminará por arruinar a toda la industria estadounidense con sus políticas proteccionistas y agresivas contra los socios comerciales.
Así que, no es que Biden gane, en realidad el que gana es Donald Trump, es decir, Donald Trump está derrotando a Donald Trump.
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