La televisión estatal china mostró las imágenes de un simulacro que involucra dos cazas chinos J-20, los más avanzados en servicio del Ejército del país. Los aviones lanzan docenas de bengalas que, según observa el diario South China Morning Post, suelen utilizarse en combates aéreos cercanos.
Las bengalas, lanzadas por los aviones, se utilizan para contrarrestar los misiles con sensores de infrarrojos. El objetivo es hacer que el misil guiado por infrarrojos siga la señal de calor de la bengala en lugar de los motores de la aeronave.
Los cazas J-20 cuentan con una tecnología furtiva que hace difícil que un enemigo lo detecte y que los apunten los misiles guiados por radar. Pero en un combate cercano, se necesitan bengalas.
Es una táctica muy útil para un combate cercano entre aviones, o si han sido atacados por un misil tierra-aire desde un sistema de defensa antiaérea terrestre", cita SCMP al analista militar Song Zhongping.
La fuerza aérea de China ha intensificado los ejercicios de entrenamiento de combate con sus cazas furtivos de quinta generación J-20, según los medios de comunicación estatales, puesto que las tensiones en la región siguen aumentando.
La transmisión de las maniobras en la televisión estatal viene en medio de una escalada de tensiones en el mar del Sur de China, al otro lado del estrecho de Taiwán y en la frontera con la India, y después de que el presidente Xi Jinping pidiera a los militares que se centraran en "prepararse para una guerra".
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