miércoles, 12 de junio de 2013

El Muftí de Jerusalén: arquitecto del Holocausto y tío carnal de Yasser Arafat

Foto: Amin al Husseini con voluntarios bosnios de las SS. Noviembre 1943.
En una de sus emisiones radiofónicas, el Muftí exhortó a los árabes: De acuerdo con la religión musulmana, la defensa de vuestra vida es un derecho que sólo puede ser cumplido aniquilando a los judíos. Esta es vuestra mejor oportunidad para deshaceros de esta raza asquerosa que ha usurpado vuestros derechos y traído la desgracia y la destrucción a vuestros países. Matad a los judíos, quemad sus propiedades, destruid sus tiendas, aniquilad a estos defensores del imperialismo británico. Vuestra única esperanza de salvación consiste en aniquilar a los judíos antes de que ellos os aniquilen a vosotros.

Por Pamela Geller
Traducción: Juan Julio Alfaya

Los planos originales del campo de exterminio de Auschwitz fueron exhibidos a finales de enero después de haber sido descubiertos en noviembre de 2008. Se encontraron por casualidad detrás de una pared en un apartamento de Berlín, durante unos trabajos de reforma, sin embargo, la ubicación exacta de su descubrimiento se mantiene en secreto. Nadie dirá en qué apartamento estaban.

Sin embargo, hay numerosos indicios que apuntan a una posible ubicación en la que vivió Amin al-Husseini, el Gran Muftí de Jerusalén, durante la Segunda Guerra Mundial. En el curso de esta investigación, he encontrado que el Muftí participó en -e incluso pudo haber creado- la solución final para los judíos europeos –a pesar de ello su participación central en el Holocausto ha sido mantenida en secreto y olvidada.

El Muftí, a quien su sobrino Yasser Arafat [1] llamó "nuestro héroe", es famoso por su odio fanático a los judíos. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Muftí vivió en Berlín, donde conoció a Hitler y se movió entre las altas esferas nazis (incluso se quedó en el búnker de Hitler al final de la guerra). Entre sus amigos más cercanos estaba Adolf Eichmann, considerado como el arquitecto del Holocausto. La periodista Maurice Pearlman, autora del libro El Muftí de Jerusalén (1947), dijo que el Muftí aconsejó a Eichmann sobre las mejores maneras de perseguir a los judíos.

Hitler le dio al Muftí una estación de radio a través de la cual al-Husseini solía predicar el nazismo y el genocidio en árabe. En una de sus emisiones, el Muftí exhortó a los árabes:

De acuerdo con la religión musulmana, la defensa de vuestra vida es un derecho que sólo puede ser cumplido aniquilando a los judíos.
Esta es vuestra mejor oportunidad para deshaceros de esta raza asquerosa que ha usurpado vuestros derechos y traído la desgracia y la destrucción a vuestros países. Matad a los judíos, quemad sus propiedades, destruid sus tiendas, aniquilad a estos defensores del imperialismo británico. Vuestra única esperanza de salvación consiste en aniquilar a los judíos antes de que ellos os aniquilen a vosotros.

Al-Husseini practicaba lo que predicaba. Durante los Juicios de Núremberg, en julio de 1946, el asistente de Eichmann, Dieter Wisliczeny, declaró que el Muftí fue una figura central en la planificación del genocidio de los judíos:

El Gran Muftí ha sugerido en repetidas ocasiones a las autoridades nazis -como Hitler, von Ribbentrop y Himmler- el exterminio de los judíos europeos. El Muftí fue uno de los iniciadores del exterminio sistemático de los judíos europeos y ha sido colaborador y asesor de Eichmann y Himmler en la ejecución de este plan...
Fue uno de los mejores amigos de Eichmann y constantemente le había incitado a acelerar las medidas de exterminio. Le oí decir, acompañado de Eichmann, que había visitado de incógnito las cámaras de gas de Auschwitz.

Wisliczeny también testificó que al-Husseini le pidió a Heinrich Himmler que enviase a uno de los asistentes de Eichmann a Jerusalén una vez que la guerra hubiese terminado, para ayudar al Muftí a "resolver la cuestión judía en el Medio Oriente."

De acuerdo con el Alto Comité Árabe:

En cartas casi idénticas, el Muftí, en el verano de 1944, se acercó a Alemania, Rumanía, Bulgaria y Hungría para acelerar el exterminio de los judíos, enviándolos a Polonia, donde se encontraban las cámaras de exterminio nazis.

El Muftí exigió con éxito que 400.000 judíos que estaban a punto de ser deportados a Tierra Santa fuesen, en cambio, enviados a la muerte. Esto es algo más que un colaborador, es un socio con gran influencia y poder.

Sin embargo, después de la guerra, el Muftí no fue procesado. Se fue de rositas, y vivió cómodamente hasta 1974. ¿Por qué? ¿Y por qué el secreto ahora sobre el apartamento donde encontraron los documentos? Alemania no oculta información como esta después de la Segunda Guerra Mundial, ¿por qué la están escondiendo ahora? La única razón plausible para mantener este lugar en secreto sería evitar la incriminación del Muftí. No hay otras razones. Las autoridades alemanas deben confesar.

La negación sobre el papel fundamental que este líder musulmán ha jugado en el Holocausto debe terminar. La única diferencia entre Hitler y el Muftí es que Hitler fue derrotado y castigado. La matanza del Muftí tuvo su continuidad en el engendramiento de Yasser Arafat, la inspiración de Saddam Hussein, y el trabajo para destruir la Patria Judía y a su pueblo.

No hay un estatuto de limitaciones sobre el genocidio. Yo acuso al Muftí y al mundo musulmán. Fueron socios a partes iguales en la matanza masiva. No sólo la umma [2] es responsable de lo que hicieron (y mucho menos van ¡Dios no lo quiera! a pedir disculpas, ya que los alemanes lo han hecho en repetidas ocasiones), pero todavía persiguen la aniquilación de los judíos (por no hablar de todos los no creyentes). Hace apenas tres semanas en Irán, según el Instituto de Investigación Mediática de Oriente Medio, el representante de Jamenei en la Fundación Mártires Iraníes dijo esto:

Hemos fabricado misiles que nos permiten, en caso necesario, hacer desaparecer totalmente a Israel con un gran holocausto.

Es hora de decir la verdad sobre el papel de los musulmanes en el Holocausto, y su deseo de comenzar uno nuevo.
NOTAS
[1] El padre de Arafat era comerciante textil en El-Sakakini, un distrito de El Cairo con gran mezcla de religiones, y un hermano de su padre, Amin al-Husayni, fue el «Gran Muftí de Jerusalén», elegido en 1922 presidente del Consejo Supremo Musulmán, y que encabezó las revueltas árabes de 1929 y de 1936 que dieron lugar a sendas masacres contra los judíos de Palestina, la primera de ellas conocida como matanza de Hebrón.
[2] La umma (árabe: امة) o comunidad de creyentes del islam comprende a todos aquellos que profesan la religión islámica, independientemente de su nacionalidad, origen, sexo o condición social.
*
ORIGINAL EN INGLÉS:
The Mufti of Jerusalem: Architect of the Holocaust
By Pamela Geller
The original blueprints for the Auschwitz death camp went on display in late January after being discovered in November 2008. They were found by chance behind a wall in a Berlin apartment during renovation work, yet the exact location of their discovery is being kept secret. No one will say whose apartment it was.
There are numerous bits of evidence, however, that point to a possible location where Hajj Amin al-Husseini, the Grand Mufti of Jerusalem, lived during World War II. And in the course of investigating this, I have found that the Mufti was involved in and may even have created the Final Solution for European Jews – and yet his central participation in the Holocaust has been covered up and forgotten.
The Mufti, whom his nephew Yasser Arafat called “our hero,” is famous for his fanatical Jew-hatred. During World War II, the Mufti lived in Berlin, where he met Hitler and traveled in top Nazi circles (he even stayed in Hitler’s bunker toward the end of the war). Among his close friends was Adolf Eichmann, who is commonly thought to be the architect of the Holocaust. Journalist Maurice Pearlman, author of the 1947 book The Mufti of Jerusalem, said that the Mufti advised Eichmann on the best ways to persecute Jews.
Hitler gave the Mufti a radio station, which al-Husseini used to preach Nazism and genocide in Arabic. In one of his broadcasts, the Mufti exhorted Arabs:
According to the Muslim religion, the defense of your life is a duty which can only be fulfilled by annihilating the Jews. This is your best opportunity to get rid of this dirty race, which has usurped your rights and brought misfortune and destruction on your countries. Kill the Jews, burn their property, destroy their stores, annihilate these base supporters of British imperialism. Your sole hope of salvation lies in annihilating the Jews before they annihilate you.
Al-Husseini practiced what he preached. During the Nuremberg Trials in July 1946, Eichmann’s assistant, Dieter Wisliczeny, testified that Mufti was a central figure in the planning of the genocide of the Jews:
The Grand Mufti has repeatedly suggested to the Nazi authorities – including Hitler, von Ribbentrop and Himmler – the extermination of European Jewry. … The Mufti was one of the initiators of the systematic extermination of European Jewry and had been a collaborator and adviser of Eichmann and Himmler in the execution of this plan... He was one of Eichmann’s best friends and had constantly incited him to accelerate the extermination measures. I heard him say, accompanied by Eichmann, he had visited incognito the gas chambers of Auschwitz.
Wisliczeny also testified that al-Husseini asked Heinrich Himmler to send one of Eichmann’s assistants to Jerusalem once the war was over, to aid the Mufti in “solving the Jewish question in the Middle East.”
And according to the Arab Higher Committee:
In virtually identical letters, the Mufti, in the summer of 1944, approached Germany, Roumania, Bulgaria, and Hungary to speed the extermination of the Jews by sending them to Poland where the Nazi death chambers were located.
The Mufti successfully demanded that 400,000 Jews who were about to be deported to the Holy Land instead be sent to their deaths. That’s not merely a collaborator, that’s a partner with great influence and power.
Yet after the war the Mufti was not prosecuted. He got off scot-free, and lived comfortably until 1974. Why? And why the cover-up now about in whose apartment were the documents found? Germany does not hide information like this after World War II; why are they hiding this now? The only plausible reason to keep this location secret would be because it would incriminate the Mufti. There are no other reasons. German authorities should come clean.
The denial about the key role that this Muslim leader played in the Holocaust must end. The only difference between Hitler and the Mufti is that Hitler was defeated and punished. The slaughtering Mufti went on to spawn Yasser Arafat, inspire Saddam Hussein, and work to destroy the Jewish homeland and its people.
There is no statute of limitations on genocide. I indict the Mufti and the Muslim world. They were equal partners in mass death. Not only does the ummah not own what they did (let alone, G-d forbid, apologize, as the Germans have done repeatedly), but they are still pursuing the annihilation of the Jews (not to mention all non-believers). Just three weeks ago in Iran, according to the Middle East Media Research Institute, Khamenei’s representative in the Iranian Martyr Foundation said this:
We have manufactured missiles that allow us, when necessary, to replace Israel in its entirety with a big holocaust.
It’s time to tell the truth about the Muslim role in the Holocaust, and their desire to start a new one.
 
http://www.breitbart.com/Big-Journalism/2010/02/07/The-Mufti-of-Jerusalem--Architect-of-the-Holocaust

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