En su búsqueda de votos por la reelección, el presidente Donald Trump repite que EE.UU. creó al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Oriente Medio.
Trump, con miras a ganar las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. —previstas para noviembre de 2020—, arrecia sus ataques contra expresidentes y actuales precandidatos del Partido Demócrata, a los que, esta vez, ha responsabilizado de la creación de la banda takfirí Daesh.
En un mitin electoral celebrado el viernes en el estado de Misisipi (sureste), Trump culpó a los demócratas, el expresidente Barack Obama y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, por la formación de Daesh. Admitió también que la banda takfirí fue financiada por Washington.
Enseguida, destacó la operación, confirmada hasta el momento solo por la Administración estadounidense, que acabó en octubre pasado con la vida de Abu Bakr al-Bagdadi, máximo responsable de Daesh.
“Si Obama hubiese tenido esa historia, (la operación) habría continuado otros siete meses”, indicó Trump, iracundo porque a su juicio los medios de comunicación han quitado importancia a la muerte de Al-Bagdadi.
Trump busca convencer a la opinión pública de que la muerte del líder terrorista se produjo en “una operación complicada”, que tuvo lugar, por casualidad, un año antes de las elecciones 2020, pero su versión no ha convencido ni al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) ni a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Muchos países han puesto, asimismo, en entredicho las afirmaciones del mandatario estadounidense sobre la liquidación de Al-Bagdadi, personaje que ha sido dado por muerto en varias ocasiones.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, ha cuestionado la versión de Trump sobre la muerte del líder extremista, al que también ha catalogado como “una creación de Estados Unidos”.
Según Lavrov, Daesh surgió tras la invasión ilegal de EE.UU. en Irak y la liberación de extremistas de las cárceles iraquíes por parte de Washington, por lo tanto, si Al-Bagdadi realmente está muerto, Estados Unidos, no ha hecho más que eliminar a una de sus criaturas.
De hecho, varios informes han revelado que Al-Bagdadi inició sus movimientos para la formación de Daesh, bajo supervisión de Estados Unidos, en Camp Bucca, una cárcel clandestina de Washington ubicada en las afueras de la ciudad iraquí de Basora (sur), donde fue detenido por unos 11 meses en 2004.
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