lunes, 9 de diciembre de 2019

"La batalla ha comenzado": ¿por qué Rusia despliega una cúpula antiaérea de los S-400 en el Ártico?



Rusia desplegará una cúpula antiaérea de los sistemas de defensa S-400 sobre el Ártico. Es lógico que el país dirija sus esfuerzos a la frontera norte, opina el analista militar Alexéi Podberiozkin. Según el analista, la "batalla por el Ártico ya ha comenzado".

Las divisiones árticas de la Flota del Norte de la Armada de Rusia recibirán sistemas de misiles antiaéreos S-400 que crearán una cúpula antiaérea sobre la parte rusa del Ártico.

De esta manera, el Ártico estará protegido de cualquier tipo de ataque aéreo enemigo, ya sea de aviación, o de misiles de crucero o balísticos.

El director del Centro de Estudios Políticos Militares de la Universidad MGIMO y doctor en ciencias históricas, Alexéi Podberiozkin, explicó en declaraciones a Sputnik por qué es importante blindar los territorios rusos del Ártico con los sistemas antiaéreos S-400.

"Como parte de un plan a largo plazo para garantizar una defensa antiaérea y antimisiles, se está creando una zona continua de detección por radares y destrucción de misiles de diversas clases. Es comprensible que estos esfuerzos se dirijan ahora a la frontera septentrional", comentó.

Según el analista, la cúpula antiaérea ártica es importante por dos razones.
"En primer lugar, esta zona es la más peligrosa en cuanto a los ataques, porque es la más corta. En segundo lugar, ya ha comenzado la batalla por el Ártico, que involucra cada vez más a Estados no árticos, cada uno de los cuales intenta definir su campo de influencia", señaló Podberiozkin.

La zona de responsabilidad rusa debe estar bien protegida, agregó.

"Procuramos que la zona, considerada como área de responsabilidad de las Fuerzas Armadas rusas, esté cubierta de manera fiable en términos de defensa aérea y antimisiles. Tras la construcción de un único campo de radar, se está creando un sistema de defensa contra un ataque a través del Polo Norte y las regiones árticas", explicó el analista.

A principios de diciembre, el comandante de la Flota del Norte, el vicealmirante Alexandr Moiséyev apuntó que el aumento de la presencia militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el Ártico puede resultar en un creciente potencial de conflicto en esta región.

En septiembre de este año, los sistemas de misiles antiaéreos S-400 entraron en servicio del regimiento de misiles antiaéreos desplegado en el archipiélago ruso Nueva Zembla, en el Ártico.

El S-400 (SA-21 Growler, en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.

Con un alcance de hasta 400 kilómetros, los misiles interceptores del sistema pueden abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.

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