Así es, debido a la fortaleza que está demostrando tener Rusia como nación independiente y soberana, es que su moneda, el rublo, se mantiene extremadamente fuerte frente a la moneda estadounidense, así como contra el euro.
Esta cotización actual
que fluctúa entre 55 y 60 unidades por dólar, es una cotización adecuada
para la economía rusa, pues al mismo tiempo que les permite comprar
productos extranjeros de forma fácil al resultar más baratos, también
mantiene en buena forma las exportaciones rusas, principalmente las de
tipo de materias primas y energía.
Por otro lado, tal como
dijera el gobierno ruso, el gas y petróleo es de propiedad rusa, así que
son precisamente ellos los que dictan las reglas del juego, así como su
precio; esto en respuesta a las autoridades de la unión europea que
exigen que Rusia les venda su gas a un menor precio, cuando la subida de
los precios de la energía es precisamente culpa suya al vetar, o
intentar vetar, los hidrocarburos rusos.
De esta manera tenemos
que, si bien el año pasado la unión europea desembolsó 400 mil millones
de euros por concepto de energía, este año, debido a los aumentos de
precio en el gas, petróleo y carbón, tendrán que desembolsar otros 400
mil millones de euros extra para comprar la misma cantidad de
combustible que compraron el año pasado.
No por nada tanto la
unión europea, como los EEUU, están hundidos en una recesión económica y
en una inflación galopante de más del 8,5%; situación que se presenta
como consecuencia de las sanciones aplicadas contra Rusia y contra su
energía.
Y para terminar de complicar la cosa, ahora resulta que
Rusia dejará de suministrar el 40% de gas que hasta ahora suministraba a
la unión europea; situación provocada por la falta de mantenimiento al
gasoducto Nord stream 1. De este modo, Rusia detiene la operación de uno
de los motores que inyectaban combustible al gasoducto.
Esta
detención del motor que inyecta gas al gasoducto con destino a Europa se
debe a que el motor requiere mantenimiento, así como recambio de
piezas, solo que la empresa alemana encargada del mantenimiento,
Siemens, no lo ha realizado debido a las sanciones aplicadas contra
Moscú, sanciones que afectan directamente a las piezas de repuesto para
dichos motores.
De este modo, aparte de que el precio del gas se
ha duplicado, ahora también su suministro se ve afectado en un 40%,
condición que sin duda va a provocar un nuevo aumento en el precio del
gas.
Pero síganle, síganle europeos haciéndole caso al tío Sam
sin importarles que su propia economía se desmorone como un castillo de
arena; en vez de fajarse los pantalones y ponerle un hasta aquí a
Washington, continúan siguiéndole el juego y destruyendo su propia
economía, así como su propia seguridad; seguridad resquebrajada debido
al apoyo a Ucrania y el consiguiente envío de armas y especialistas.
Según
dicen que no cederán ante Vladimir Putin, sin embargo, sus empresas se
han cambiado al sistema del rublo y ahora pagan los productos rusos en
rublos, solo que no contaban con que las sanciones decretadas por
Washington afectarían el envío del gas ruso con destino a Europa, lo
que, eventualmente, traerá más presión a la economía europea; y luego
dirán que la culpa es de Vladimir Putin.
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