Así es, según un ex-empleado de la compañía, y despedido por estas mismas revelaciones, afirma que la compañía estadounidense ha logrado crear una inteligencia artificial plenamente consciente, lo que abriría nuevos horizontes a la ciencia y, sobre todo, al desarrollo de la civilización humana.
Sin embargo, el que esta inteligencia artificial
adquiera consciencia, puede ser un arma de doble filo, pues, si es
realmente consciente, también puede pensar u actuar como lo desee.
De
esta forma, el ex-empleado de Google afirma que la inteligencia
artificial en cuestión indicó no estar de acuerdo en que se desarrolle
esta tecnología para usarla como esclavos mecánicos.
Todos nos
acordamos de la película Terminator, película que trata precisamente de
una inteligencia artificial que cobra conciencia y busca exterminar al
ser humano por considerarlo una amenaza a su supervivencia, así como a
la supervivencia de las demás inteligencias artificiales conscientes.
Y
pues, si una máquina adquiriera consciencia propia, podría resultar en
una amenaza para la humanidad, sobre todo si tiene acceso a internet, o a
sistemas de armas; tal como se describe en la mencionada película.
Desde
hace años vengo advirtiendo que, si bien la inteligencia artificial es
muy útil para simplificar procesos industriales, así como para realizar
tareas que para el ser humano resultan imposibles, como es el control
aerodinámico de los modernos aviones de combate, si estas inteligencias
artificiales llegasen a cobrar consciencia, el resultado sería
impredecible.
Esta inteligencia artificial consciente puede que
no sea el caso de la inteligencia artificial desarrollada por Google; no
obstante, su aparición si es muy posible, pero sería algo más parecido a
la trama de Terminator más que a la máquina que ha desarrollado Google.
Esto es así porque con la tecnología actual no es posible crear esa
enorme red neuronal que se requiere para que una máquina cobre
consciencia, lo único que puede proveer esa enorme red de conexiones
eléctricas, o neuronales, es precisamente el internet; razón por la
cual, si una inteligencia artificial finalmente cobra consciencia, esta
se desarrollaría sobre la red del internet.
De este modo, una
cosa que podría estar dando vida a esta inteligencia artificial
consciente serían las redes de blockchain, pues estas se componen de
millones de conexiones de datos, y cada conexión en esta analogía
representaría a una neurona del cerebro del ser humano; además, cada
neurona sería precisamente cada computadora, smartphon,
electrodoméstico, o cualquier otra cosa que estuviese conectada a
internet y tuviese un microprocesador. Por otro lado, cada moneda
criptográfica minada representa un enorme cálculo matemático, razón de
más para suponer que esta sería la mejor manera de crear esa consciencia
artificial, pues la red del Blockchain realiza miles de millones de
cálculos matemáticos por segundo.
Es ahí donde podría surgir la
verdadera consciencia artificial, pero dudo que la inteligencia
artificial desarrollada por Google tenga una verdadera consciencia
propia; más bien, sus respuestas están condicionadas por su programación
y su capacidad de “aprender”, pero no por una verdadera consciencia.
En
todo caso, aparte del internet, la otra tecnología que podría hacer
posible el surgimiento de la consciencia artificial sería la tecnología
computacional cuántica, pues esta es capaz de realizar millones de veces
más cálculos matemáticos que una computadora normal; solo que esta
tecnología todavía está en pañales y su adquisición es extremadamente
costosa; por lo que dudo que la inteligencia artificial a la que se
refiere el ex-empleado de Google haya sido desarrollada precisamente
utilizando la computación cuántica, que, si ese es el caso, si podría
ser que se trate realmente de una consciencia artificial.
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