Así es, hace solo unas horas se dio a conocer que sobre cielo ucraniano fuerzas rusas derribaron un avión cazabombardero Su-25; lo interesante del asunto es que el piloto que operaba dicha aeronave no era miembro de las fuerzas armadas de ucrania, sino que se trataba de un mercenario; mercenario que estaba pilotando la aeronave en favor de los intereses del gobierno ucraniano y en contra de las fuerzas armadas rusas.
El avión Su-25 volaba muy bajo tratando de evitar los sistemas antiaéreos rusos, pero resultó que se cruzó en el camino de unos soldados rusos que transportaban sistemas portátiles antiaéreos, situación que llevó al derribo del caza SU-25 cuando este salió a un claro del bosque y pudo ser perfectamente ubicado, disparando contra él algunos misiles antiaéreos, misiles que dieron justo en el blanco y lograron derribarlo, solo que antes de estrellarse el avión contra la tierra, el piloto logró eyectarse, para posteriormente ser capturado.Esta noticia resulta ser muy importante, pues es la primera vez que se conoce de un caso así; es decir, que mercenarios piloten aviones caza para las fuerzas armadas de un cierto país, en este caso, de ucrania.
Es de suponerse que este mercenario es de ciudadanía de algún país de Europa del este, pues esos son los países que disponen de este tipo de aviones, además de Rusia, por lo que se presume sea ciudadano de algún país de esa región de Europa, posiblemente de Polonia, Hungría, república eslovaca o checa, o de Bulgaria.
Por que no olvidemos que recientemente varios países de la región cedieron sus cazas MiG-29 a ucrania, así como sus aviones Su-25. Por lo que es de suponerse que el mercenario capturado sea ciudadano de alguno de esos países.
Pero lo más importante del asunto es que, dado este precedente, se pueda intentar proporcionar a ucrania aviones caza de fabricación occidental, tales como los F-16 o los Eurofighter Typhoon, solo que quienes los pilotarían serían precisamente exmilitares de esos países, exmilitares ahora convertidos en pilotos mercenarios; es decir, serían pilotos mercenarios occidentales los que operarían los aviones f-16, Eurofighter Typhoon, así como de otros modelos de aviones, para la causa ucraniana.
En este sentido resulta interesante lo que acaba de declarar el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el sentido de que están dispuestos a proporcionar a ucrania potentes armas letales para obligar a los rusos a retirarse de ucrania. ¿Acaso se estaría refiriendo a modernos aviones de combate occidentales operados por mercenarios occidentales?
En este sentido me gustaría mencionar el reciente caso del ataque contra un remolcador ruso que se encontraba atracado en la isla serpiente, esto en el mar negro; dicho buque fue atacado con sistemas de defensa costera occidentales proporcionados a ucrania por Dinamarca; y quizá también, en este caso, dichos sistemas fueron operados por especialistas de la OTAN, quizá de la misma Dinamarca. Dichos sistemas se trataban de la versión terrestre del misil antibuque Harpoon de fabricación estadounidense.
Ante esta situación es muy probable que Rusia haya desplazado dos fragatas equipadas con misiles de crucero Kalibr a la costa de Dinamarca como advertencia, o quizá como amenaza, después de lo sucedido en ucrania con el buque remolcador ruso, porque fue precisamente un sistema de origen danés el que atacó al barco ruso, sistema quizá operado por especialistas daneses; pues es muy poco probable que los militares ucranianos aprendieran a utilizarlo en solo un día, o unos cuantos días, porque la transferencia de dichos sistemas antibuque Harpoon por parte de Dinamarca a Ucrania es muy reciente, no más de 5 días.
De esta manera, el conflicto en ucrania parece que puede salirse de control y extenderse a otros países, básicamente hacia los países miembros de la OTAN, pues viendo las declaraciones de su secretario general, así como los hechos descritos recientemente (la captura del piloto mercenario occidental y el ataque al buque ruso con armas occidentales operadas por especialistas occidentales), parece que hacia allá se encamina el conflicto.
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