Así es, Alemania está planeando enviar sistemas antiaéreos modelo IRIS-T a ucrania para que sean utilizados contra los militares rusos; es decir, para que sean utilizados contra los aviones, drones y misiles rusos. Pero lo interesante del asunto es que estos sistemas son de introducción muy reciente, por lo tanto, es de lo más moderno de que dispone actualmente la OTAN, de ahí el impedimento para que los militares ucranianos puedan operarlos eficazmente, pues para tal propósito se necesita un entrenamiento largo y costoso, pues esto sistemas disponen de inteligencia artificial que les permite operar remotamente y con cierto grado de autonomía, sin embargo, siguen necesitando un ser humano que los supervise, de ahí el por qué para su operación se necesita un entrenamiento largo y tedioso, además de algunos conocimientos avanzados acerca de sistemas computacionales y manejo de cierto software especializado.
Por otro lado, los sistemas que actualmente posee
Alemania son sistemas que se han automatizado completamente, de tal
forma que trabajan en conjunto con los sistemas de defensa aérea de la
OTAN; razón por la cual tienen que acoplarse con los aviones de control
aéreo e inteligencia de datos tipo AWACS de la OTAN, así como con sus
satélites y sistemas de radar. Por esto mismo, sería prácticamente
imposible que estos sistemas sean operados por personal ucraniano, y si
es que realmente se llegan a desplegar en Ucrania, estos serían operados
solamente por personal de la OTAN.
De esta manera, una vez sea
instalado este sistema IRIS-T en ucrania, para Rusia su entrada en
operación representará un enfrentamiento directo con los militares de la
OTAN.
Recordemos que tan solo el día de ayer el jefe adjunto
del Consejo de Seguridad de Rusia, el expresidente Dmitri Medvédev,
advirtió que el despliegue de los sistemas de lanzacohetes múltiple
estadounidense HIMARS en ucrania, y su posterior empleo contra
territorio ruso, provocaría una respuesta militar rusa contra los
centros de decisión tanto en territorio de Ucrania, como fuera de él.
Esto es, el empleo de estas armas contra el territorio ruso representará
una respuesta militar de parte de Rusia contra los centros de decisión y
mando de la OTAN y de EEUU.
Y si a estos sistemas lanzacohetes
múltiple de largo alcance HIMARS le sumamos ahora los sistemas
antiaéreos IRIS-T de la OTAN, entonces la situación se vuelve mucho más
delicada, pues Rusia ya no solo estaría amenazada con sistemas múltiples
de lanzamiento de misiles, sino que también estaría amenazada por
sistemas antiaéreos avanzados que podrían derribar aeronaves rusas tanto
dentro del territorio de Ucrania, como en el mismo espacio aéreo de la
federación rusa.
De esta forma, a Rusia se le estaría golpeando por dos lados, uno por el lado terrestre, y otro por el lado aéreo.
Claro,
ahí están los pro-yankees que andan diciendo que si Rusia es tan
fuerte, estos sistemas de armas occidentales no representarán un peligro
para ellos, sin embargo, no es tanto la acción, sino más bien la
intención, pues con estas armas, efectivamente se puede golpear muy
adentro en el territorio de Rusia, porque recordemos que los sistemas
HIMARS tienen un alcance de hasta 300 KM, mientras que en el caso de los
IRIS-T, no hay información suficiente acerca de sus características
técnicas, pero si se sabe que la versión que tienen pensado enviar a
Ucrania es la de mediano alcance, con lo que supongo, podrá cubrir un
área de al menos 100 KM.
Pero, aunque Rusia tenga los medios
para anular estas armas occidentales entregadas a ucrania, aun así,
podría ser que algún misil alcance el territorio ruso, o que un avión
ruso sea derribado con estos sistemas; porque, aunque los sistemas de
armas rusos sean muy eficaces, no son 100% imbatibles, porque nada en el
mundo es perfecto e inmune a sufrir posibles fallas, sobre todo cuando
se habla del error humano.
Pero si bien Rusia es capaz de
destruir estas armas entregadas a ucrania, EEUU no puede decir lo mismo
acerca de las armas rusas, iraníes o chinas, pues inclusive unos
modestos misiles guiados iraníes fueron capaces de burlar todos los
sistemas antiaéreos estadounidenses desplegados en sus bases aéreas en
Irak, y cada uno de estos misiles disparados dieron justo en el blanco, y
los militares de EEUU no pudieron derribar ni uno solo de ellos.
E
inclusive nos podemos ir aún más lejos, y en el caso del conflicto
yemení, los sistemas antiaéreos estadounidenses Patriot y AEGIS, no
fueron capaces de interceptar un solo misil o dron yemení lanzado contra
territorio saudí; de ahí el por qué los saudíes decidieron prescindir
de los sistemas antiaéreos de origen estadounidense y en su lugar
buscaron los servicios de los sistemas antiaéreos de origen francés,
israelí, e inclusive chino o ruso, solo que ni china, ni Rusia, se los
quisieron vender.
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