martes, 28 de junio de 2022

Mayor empresa química del mundo podría cerrar debido a represalias de Rusia

 Así es, los directivos de la empresa química alemana BASF, la más grande del mundo, han advertido que, si el suministro del gas ruso cae a menos del 50%, la empresa tendría que cerrar sus fábricas en Alemania, incluyendo a la más grande del mundo, la de la ciudad de Ludwigshafen. Este es un complejo que se compone de más de 200 fábricas.

Desde el principio se dijo que, de darse una suspensión total del envío de gas ruso a Europa, muchas de sus empresas se verían perjudicadas, entre ellas la misma BASF. Esto es así porque no solo la empresa BASF utiliza el gas ruso para generar electricidad y encender las calderas y hornos para fabricar sus productos, sino porque el mismo gas es una materia prima básica e insustituible en todos sus procesos industriales, principalmente (en el caso de este complejo) para la fabricación de amoniaco.

Y sucede que el amoniaco es indispensable para la fabricación de fertilizantes, pues es su principal componente, sobre todo cuando se descompone y se obtiene nitrógeno de él, y es precisamente el nitrógeno el principal componente en los abonos agrícolas. Asimismo, se entiende que, si no hay abonos, la producción agrícola se ve severamente afectada, disminuyendo en un 50% su producción, lo que, se comprende, generará escasez de alimentos.

Por otro lado, la empresa alemana si bien su principal producto es el amoniaco, también produce muchos otros productos químicos, productos que se obtienen precisamente del gas; productos tales como el metano, etano, neón, propano, butano y pentanos. Estos gases son esenciales en la industria en general, de tal modo que, si no se producen, toda la industria se ve severamente afectada.

Es por esto que ayer mismo el secretario de economía de Alemania advertía que si se presentaba la suspensión del suministro de gas por parte de Rusia, muchos sectores industriales tendrían que cerrar, y que, asimismo, todos los procesos de mercado se verían paralizados.  Una situación que resultaría ser catastrófica para la economía de la Unión europea, pues Alemania es la principal potencia económica de Europa.

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