La unidad de medios de comunicación de la Resistencia iraquí ha hecho público hoy miércoles la grabación en la que afirma que todas las actividades del enemigo están bajo su estricta vigilancia, sea en la base aérea Ain Al-Asad (en la provincia de Al-Anbar), de Erbil (capital de la región del Kurdistán iraquí) o de Al-Tayi (ubicada al norte de Bagdad, la capital de Irak).
En el vídeo, filmado con cámaras de visión nocturna, se ve un helicóptero estadounidense que sobrevolaba en una de las bases de las tropas del país norteamericano en Irak.
Hezbolá al-Noyaba ya había publicado una foto de un vehículo militar estadounidense cerca de la base Ain Al-Asad.
El secretario general del movimiento, sheij Akram al-Kaabi, advirtió el viernes de una “guerra de desgaste” contra las fuerzas militares estadounidenses, si no abandonan el país árabe.
Además, prometió una respuesta sorprendente a EE.UU. por asesinar al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y al comandante de Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani.
El 3 de enero, EE.UU. violó la soberanía de Irak y asesinó a los dos comandantes iraní e iraquí, y sus ocho compañeros en una operación aérea en Bagdad (capital iraquí), ordenada por el presidente norteamericano, Donald Trump.
En represalia por la acción belicista de Washington, tildada de “acto de terrorismo”, el CGRI atacó días después con decenas de misiles dos bases estadounidenses en Irak: la base aérea Ain Al-Asad y otra en Erbil.
EE.UU. ya había puesto en alerta máxima sus sistemas de defensa antiaérea, aun así, no logró interceptar ni derribar ninguno de los misiles iraníes.
El pasado 5 de enero, la Cámara de Representantes del Parlamento iraquí, por su parte, aprobó una moción que exige la expulsión de las tropas estadounidenses del país, por lo que la presencia de soldados ya es “ilegal”.
Además, prometió una respuesta sorprendente a EE.UU. por asesinar al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y al comandante de Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani.
El 3 de enero, EE.UU. violó la soberanía de Irak y asesinó a los dos comandantes iraní e iraquí, y sus ocho compañeros en una operación aérea en Bagdad (capital iraquí), ordenada por el presidente norteamericano, Donald Trump.
En represalia por la acción belicista de Washington, tildada de “acto de terrorismo”, el CGRI atacó días después con decenas de misiles dos bases estadounidenses en Irak: la base aérea Ain Al-Asad y otra en Erbil.
EE.UU. ya había puesto en alerta máxima sus sistemas de defensa antiaérea, aun así, no logró interceptar ni derribar ninguno de los misiles iraníes.
El pasado 5 de enero, la Cámara de Representantes del Parlamento iraquí, por su parte, aprobó una moción que exige la expulsión de las tropas estadounidenses del país, por lo que la presencia de soldados ya es “ilegal”.
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