Este martes, Bashar al-Asad, en una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, se ha mostrado “listo” para desplegar tropas de la guardia fronteriza de su país en la frontera con Turquía, junto con las unidades de la policía militar rusa, según ha informado el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
Putin también ha informado a su par sirio, dice Peskov, de las medidas acordadas con Erdogan para normalizar la situación en el norte de Siria.
La conversación entre Putin y Al-Asad se ha producido en la misma jornada en que Putin y su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han acordado en la ciudad rusa de Sochi una serie de medidas para estabilizar la situación en el noreste de Siria, donde Ankara lanzó el pasado 9 de octubre una ofensiva contra las milicias kurdas.
En el acuerdo, las dos partes han aceptado el despliegue a partir del 23 de octubre de patrullas de la policía militar rusa y de la guardia fronteriza siria cerca de la frontera sirio-turca, fuera de los límites de la zona de la ofensiva turca.
La Presidencia siria, en un comunicado emitido después de dicha conversación telefónica, ha dicho, parafraseando a Al-Asad, que rechazan cualquier presencia extranjera o invasión militar de su país “bajo cualquier nombre o pretexto”, asegurando que Damasco defiende su derecho soberano de responder a las fuerzas agresoras.
El presidente insiste, asimismo, en que “Siria continuará luchando contra el terrorismo por todos los medios legítimos y no permitirá a las bandas extremistas que ocupen ni siquiera una pulgada de su territorio”.
Por su parte, el presidente ruso, según dicho comunicado, ha apoyado la unidad y la soberanía de Siria, asegurando que cualquier acuerdo entre Rusia y Turquía sobre Siria se centrará en el combate contra cualquier forma de terrorismo y la neutralización de las “tendencias separatistas” en el territorio árabe.
Siria continuará luchando contra el terrorismo por todos los medios legítimos y no permitirá a las bandas extremistas que ocupen ni siquiera una pulgada de su territorio”, dice el presidente sirio, Bashar al-Asad.
Según el Kremlin, el despliegue de patrullas militares rusas y sirias se producirá inmediatamente después de la salida de las milicias kurdas y de su armamento de la zona de 30 kilómetros de la frontera común.
El Ejército de Turquía suspendió el pasado jueves su ofensiva militar contra Siria debido a una frágil tregua negociada con Estados Unidos y les dio a las milicias kurdas un ultimátum de 120 horas para que se retiraran de las zonas norteñas del país árabe.
La agresión tenía supuestamente como objetivo neutralizar las amenazas de las milicias kurdas, consideradas “terroristas” por Ankara, y establecer una llamada “zona segura” en el norte de Siria para posibilitar el retorno de los refugiados sirios a sus hogares.
El Gobierno de Damasco ha condenado la medida turca, tachándola de una “flagrante” violación de su soberanía, al tiempo que promete contrarrestarla por todos los medios legítimos.
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