EE.UU. alega que se ha deshecho del cuerpo del líder de Daesh, Abu Bakr al-Bagdadi, lanzándole al mar, al igual que hizo con el cabecilla de Al-Qaeda, Bin Laden.
“El cuerpo del líder del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), Abu Bakr al-Bagdadi, fue lanzado al mar por las fuerzas militares de Estados Unidos luego de que se suicidara tras un operativo el fin de semana”, así han reconocido este lunes a la agencia francesa de noticias AFP fuentes del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono).
El medio galo recoge que estas fuentes no han proporcionado detalles respecto a cuándo ni dónde se lanzó el cuerpo del extremista takfirí al mar, pero hicieron un paralelismo con el destino que corrió el cadáver del líder terrorista saudí de Al-Qaida, Osama bin Laden, tras su asesinato por fuerzas especiales estadounidenses en Paquistán allá en 2011.
Así pues, AFP sugiere que con ese procedimiento que se inició con Bin Laden, los estadounidenses han querido impedir que con la inhumación de Al-Bagdadi en una tumba esta se convirtiera en un lugar de visita para sus seguidores radicales.
El cuerpo del líder del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), Abu Bakr al-Bagdadi, fue lanzado al mar por las fuerzas militares de Estados Unidos luego de que se suicidara tras un operativo el fin de semana”, así dijeron a la agencia francesa de noticias AFP fuentes del Pentágono.
Ahora bien, con el lanzamiento al mar de los restos del líder extremista suicidado habrá que preguntarse qué significa para los estadounidenses eso de que su cadáver “fue tratado de forma apropiada”, tal y como ha manifestado este mismo lunes el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley.
Estados Unidos llevaba años buscando al dirigente extremista de Daesh, que sembró el terror en un inmenso territorio entre Irak y Siria, y recibió informaciones sobre su presencia en una casa en la región de Idlib, en el noroeste de Siria, “donde vivía de forma permanente”, ha precisado el general.
Según Milley, Al-Bagdadi detonó el cinturón de explosivos que vestía al verse acorralado en un túnel junto con tres de sus hijos. Posteriormente, ha agregado, sus restos fueron luego “transportados a un lugar seguro para confirmar su identidad gracias a un análisis de ADN”.
Mientras el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el pasado domingo con bombos y platillos que sus fuerzas desplegadas en Siria habían localizado el escondite del terrorista dándole la muerte posteriormente, desde Rusia se duda acerca de esta versión dada por Washington.
Teniendo en cuenta que el propio Trump en su día acusó a la exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton de crear Daesh junto con el mandatario Barack Obama allá en 2011 para coordinar la reacción al incipiente Despertar Islámico (presentado en Occidente como “primavera árabe”) dando lugar a una ola de terrorismo takfirí que se opuso a la corriente revolucionaria que agitaba distintos países de Asia occidental y África del norte, son muchos los que creen que EE.UU. se deshace de sus criaturas cuando ya no les son útiles, como es el caso de estos dos jefes terroristas aniquilados por los efectivos del Pentágono.
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