En esta nueva edición de 'Keiser Report', los conductores Max y Stacy abordan el tema del comercio y las implicaciones negativas que ha traído a EE.UU. su insistencia en librar sus guerras comerciales con argumentos morales y no comerciales.
Citando al expresidente estadounidense Thomas Jefferson, Max intenta demostrar su punto: "Deberíamos regirnos por la siguiente regla: comerciar con todos los países y no aliarnos con ninguno. El dinero, y no la moral, es el principio comercial de los países civilizados".
En su opinión se trata de una reflexión que encaja perfectamente con la actual postura estadounidense de centrarse en el tema de la moralidad dentro de sus relaciones comerciales con China. Un claro ejemplo es la negativa de Washington de debatir sobre si es o no una buena idea desarrollar la red 5G que compita con Pekín.
"Ya ni siquiera hablan [EE.UU.] en términos comerciales, sino que dicen que, sea lo que sea lo que haya propuesto China, EE.UU. está en contra. Sinceramente, es una postura que denota intolerancia, y si están promoviendo nuestra, entre comillas, 'moral', lo hacen a costa de la economía del país", subraya el presentador.
Al contrario de EE.UU., Alemania ha optado por pensar en el dinero y dar prioridad a sus industrias como principio comercial. Esta visión llevó a la canciller alemana, Angela Merkel, a abrir las puertas a Huawei en medio del miedo a las represalias que China pudiera tomar contra algunas de grandes empresas alemanas como Volkswagen, Siemens y BMW, que dependen en gran medida del mercado chino.
Continuando con el tema de las telecomunicaciones, Stacy cree que este fenómeno también está acabando con la capacidad del país norteamericano para innovar y crear riqueza. Sin ello, China continuará a la vanguardia de la tecnología 5G porque cuenta con "toda la innovación actual", añade.
La economía en EE.UU. "avanza en círculos hacia la extinción"
El miedo a intentar y fracasar, sumado a la censura, ha llevado a EE.UU. a un "punto muerto". Las empresas ya no innovan y se dedican a recomprar sus propias acciones, mientras que la gente que verdaderamente propone nuevas ideas es considerada una amenaza actualmente en el país.
"Acabaremos como esas hormigas que si pierden el rastro de las feromonas acaban siguiéndose unas a otras en círculos hasta morir exhaustas. Eso es exactamente lo que está pasando con la economía estadounidense: avanzamos en círculos hacia la extinción, y China y el resto de los países lo ven y dicen: 'Bueno, así es la vida: están acabados'", añade Max.
Hasta ahora la exitosa política de China de perseguir la innovación ha dado pie además a que haya superado a Washington en número de personas ricas por primera vez. Su veloz transformación en un país emergente ha contribuido a ello y actualmente se encuentra en una "fase de desarrollo". Gracias a su modelo ha logrado cubrir "muy rápido" las necesidades de su población: "Tienen comida, agua y vivienda, y, además, crean riqueza", afirma Stacy.
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