lunes, 17 de diciembre de 2012

Apocalipsis Capítulo 6

Apocalipsis Capítulo 6


1 Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. 4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. 6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. 8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
9 Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11 Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? 

Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.  

  1. Es el engañador, y por lo tanto aparece de blanco (Mt. 24:5, 2 Tes. 2:11)
  2. La corona que usa es diferente de la corona usada por Cristo en Ap. 19. Es la corona del conquistador (stephanos) y no la corona real de un rey (diadema). Sin embargo, note que el que es "semejante al Hijo del Hombre" y que está sentado sobre una nube lleva la corona (stephanos) de oro sobre su cabeza (14:14)
  3. El arco simboliza la conquista. En el AT es siempre un símbolo de poder militar (Sal. 46:9, Jer. 51:51, Os. 1:5)
  4. Para ser consistente, un debería relacionar a este jinete con los otros tres, que aparecen como destructivos
  5. Note que este jinete ya tiene el arco, pero se le da la corona y sale para conquistar; por lo tanto es un falso Cristo
    a. Este jinete tiene un arco pero Cristo no tienen un arco; un arma de guerra no es parte de su ser
    b. A este jinete se le da una corona, pero a Cristo no se le da una corona. Él fue coronado, ya sea por toda la eternidad o en Su ascensión
    c. El jinete sale para conquistar, pero Cristo siempre ha estado conquistando los corazones de los hombres. Este jinete que sale para conquistar es uno que ya tienen un arco y se le da una corona en algún punto del tiempo. Desde ese momento sale para conquistar
Este caballo representa la realeza, y también su jinete.  El blanco es símbolo de pureza, lo que indica que es alguien que aparenta sinceridad, bondad y justicia, es decir, alguien que luchara por una causa justa, pero en realidad es todo lo contrario.    Es un rey (o presidente de alguna nación poderosa), que sale a la guerra y vence,  pero no es JESÚS.    Algunos ven en el jinete del caballo blanco (Zac. 1:8, 6:1-8) el mismo jinete que en Ap. 19:11, es decir Cristo . Esto no es seguro; el jinete en 19:11 tiene una espada y éste tiene un arco. El arco es más probable que sea el de los partos, que eran los únicos arqueros montados del mundo antiguo. Se le dio una corona. ¿Es probable que se refiera a Cristo, quien tenía muchas coronas? (ver 19:12). La corona aquí es la corona del vencedor (gr. stephanos), a diferencia de la corona real (diadema). La corona del vencedor es apropiada para alguien que sale para conquistar. La corona no el mismo tipo de corona que usa la bestia (13:1) o que usa Cristo en 19:12. Ambos usan la corona real (diadema), aunque el "Hijo del Hombre" en 14:14 usa la corona del vencedor.

Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.  Este caballo representa la guerra despiadada,  una guerra de grandes proporciones,  su jinete es satanás.     Satanás es el maestro de la mentira.     Es el que engaña a los lideres mundiales para que hagan la guerra entre ellos

Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.    Este caballo representa el hambre.    Sera una hambruna como no ha habido nunca, por que sera mundial.     El que lo monta es el sistema financiero mundial, que lograra hacerse con el control casi total de los medios de producción de alimentos, y encarecerá su costo.

Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.   Creo que para este caballo y jinete no se necesita ninguna expoliación adicional

Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.  

Estos cataclismos son generados por la cercanía de algún cuerpo celeste del tamaño de la luna o mas grande; que se interpone entre el sol y la tierra, de tal manera que produce un eclipse total de sol y también de luna. Por la misma cercanía de este cuerpo celeste, se produce un terremoto enorme en la tierra, hundiendo tierras e islas, y emergiendo otras,  se produce un cambio en la faz del mundo, y a la vez, produce tormentas eléctricas en la atmósfera terrestre, tan intensas que sufre variaciones.    Una parte de la atmósfera es arrojada al espacio exterior, atraída por la gravedad del cuerpo intruso.   La tierra se queda sin atmósfera, y el cielo se torna oscuro.   Las estrellas que caen, son en realidad meteoritos que órbitan al cuerpo celeste intruso, que chocan con la tierra,  (imaginete algo así, como los anillos de Saturno)

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