El 26 de marzo, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, indicó que los rusos tendrán toda la libertad para realizar actividades comerciales en Turquía y que "si los oligarcas rusos o cualquier ciudadano ruso quiere visitar este país por supuesto que pueden".
"Si estos oligarcas pueden hacer negocios en Turquía, por supuesto, si es legal y no contra el derecho internacional, lo consideraré", respondió a una pregunta formulada en el Foro de Doha.
Turquía, miembro de la OTAN, se ha negado a sancionar a los ciudadanos rusos o cerrar su espacio aéreo a los aviones rusos. El jefe de la diplomacia turca ha dado instrucciones de que los ciudadanos rusos no enfrentarán impedimentos adicionales para las empresas comerciales en ese país.
Otra muestra de que el bloque de la OTAN no está tomando decisiones unánimes en las medidas antirrusas fue evidenciada al concluir la cumbre de líderes de la Alianza, cuando el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se refirió a la "crisis Rusia-Ucrania" señalando que el principal objetivo de su país es reconciliar a las partes.
Ankara también está considerando implementar un cambio del rublo a la lira para los sectores turísticos entre ambos países. Aunque en un inicio, Turquía estaba cerrando el acceso al mar Negro a los buques de guerra en respuesta a las peticiones de las naciones occidentales que invocaron el acuerdo internacional de 1936 que permite que "Ankara gestione el tráfico de guerra que ingresa a las dos rutas marítimas en tiempos de conflicto", pero solo lo hizo después de un largo retraso.
No está claro si esta acción tuvo algún impacto significativo en el equilibrio de fuerzas en Ucrania, no obstante Turquía también vendió varios drones Bayraktar TB2 a Kiev.
Este país es solo uno de una serie de países que son cada vez más independientes de la influencia de las principales potencias europeas y EEUU.
Hungría, que es miembro de la OTAN y la UE, también se ha negado a participar de las medidas antirrusas y aclaró que priorizará el desarrollo de su economía antes de involucrarse en conflictos externos.
"La respuesta a la pregunta sobre de qué lado está Hungría es que Hungría está del lado de Hungría", tuiteó el primer ministro húngaro Viktor Orban.
La posición de Hungría quedó clara después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, exigiera durante su discurso virtual en una cumbre de líderes de la UE al primer ministro húngaro, Viktor Orban, que se uniera a las medidas contra Rusia.
"Tienes que decidir por ti mismo con quién estás. Escucha, Viktor, ¿sabes lo que está pasando en Mariúpol? ¿Dudas si imponer sanciones o no? ¿Dudas si dejar pasar las armas o no? ¿Y dudas si comerciar con Rusia o no? Es hora de decidir ya", increpó Zelenski.
A principios de marzo el Parlamento húngaro firmó una ley que prohíbe suministrar armas a Ucrania a través de su territorio, esto se oficializó el 25 de marzo. Asimismo, se opuso a sancionar los productos energéticos rusos porque tales restricciones ralentizarían y detendrían la economía húngara.
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