viernes, 25 de marzo de 2022

La operación de Rusia en Ucrania "ha puesto fin a la globalización que vivimos en las últimas tres décadas", dice el director ejecutivo de BlackRock

El empresario estadounidense Larry Fink considera que al imponer sanciones, los países occidentales han decidido romper las relaciones financieras y comerciales con Rusia, iniciando así una "guerra económica".


La operación militar de Rusia en Ucrania marca el fin de la globalización, sostiene el director ejecutivo de la gestora de inversiones BlackRock, Larry Fink, en su carta anual a los accionistas, publicada este jueves.

En su escrito, que se centra en la situación económica en el contexto de las acciones militares, Fink afirma: "La invasión de Rusia a Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos vivido en las últimas tres décadas".

Según el empresario estadounidense, en medio de esa operación militar, los países occidentales decidieron romper sus relaciones financieras y comerciales con Rusia e iniciar una "guerra económica". "Los gobiernos de todo el mundo impusieron casi unánimemente sanciones, incluyendo la medida sin precedentes de prohibir al Banco Central ruso el uso de sus reservas en divisas", escribió.

"La velocidad y la escala de acción de las empresas para aumentar las sanciones ha sido increíble. Las marcas icónicas de consumo estadounidense han suspendido la producción de productos de primera necesidad. Las empresas de servicios financieros tomaron medidas similares para aislar aún más la economía rusa del sistema financiero mundial", añadió Fink.

Según el empresario, BlackRock también se ha unido al "esfuerzo global para aislar a Rusia de los mercados financieros", al suspender la compra de cualquier valor ruso para sus carteras activas o indexadas. Además, la empresa ha adoptado medidas filantrópicas para apoyar a sus colegas europeos.

Consecuencias económicas

Fink indicó que empresas y gobiernos de todo el mundo se verán obligados a reevaluar sus dependencias y volver a analizar sus líneas de fabricación y ensamblaje, como ya muchos comenzaron a hacer durante la pandemia.

Considera que debido a las sanciones impuestas, el sector privado reconsiderará su estrategia de producción y se decantará por sus mercados más cercanos, lo que podría beneficiar a países como México, Brasil, Estados Unidos o los centros de producción del Sudeste Asiático.

Según el empresario, las consecuencias económicas de la pandemia, como la escasez de mano de obra y los problemas en las cadenas de suministro, hicieron que la inflación estadounidense alcanzara su nivel más alto en 40 años, mientras que en la Unión europea, Canadá y el Reino Unido llega a más de 5 %.

"Los bancos centrales están sopesando decisiones difíciles acerca de cuán rápido subir los tipos. Se ven ante un dilema al que no se habían enfrentado en décadas, agravado por el conflicto geopolítico y las consiguientes 'shocks' energéticos. Los bancos centrales deben elegir entre vivir con una inflación más alta o ralentizar la actividad económica y el empleo para reducir la inflación rápidamente", dijo Fink.

Además, a su juicio los acontecimientos en Ucrania están teniendo un posible impacto en la aceleración del uso de criptomonedas. "La guerra obligará a los países a replantearse su dependencia monetaria", afirmó, explicando que las monedas digitales pueden ayudar a reducir costes en los pagos transfronterizos.

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