Al llegar a Bruselas (Bélgica) para participar en tres cumbres de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el Grupo de los Siete (G7) —Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos— y la Unión Europea (UE), el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo el jueves a los periodistas que el presidente ruso, Vladímir Putin, “ha cruzado la línea roja hacia la barbarie”.
En respuesta, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, advirtió a Londres por su enfoque. “En cuanto al Sr. Johnson, lo vemos como el participante más activo en la carrera por ser antirruso. Esto conducirá a un punto muerto en la política exterior”, dijo.
Las declaraciones de Johnson se produjeron mientras Londres anunció nuevas sanciones a 65 grupos e individuos, incluida una empresa militar privada y un banco principal rusos.
Además de la nueva serie de sanciones financieras, el Gobierno del Reino Unido ha anunciado planes para enviar 6000 misiles más a Ucrania.
El premier británico propone bloquear las reservas de oro de Rusia
Johnson, en unas declaraciones a la emisora británica LBC, dijo antes de partir hacia Bruselas que es necesario imponer más medidas punitivas al Kremlin y aumentar la ayuda militar al Gobierno ucraniano.
Señaló que Estados Unidos y sus aliados occidentales tienen que “apretar la tuerca” en las sanciones contra Rusia para obligar a Moscú a poner fin a su guerra en Ucrania.
Además, subrayó que para que Rusia detenga su operación militar en Ucrania, se le debe imponer más restricciones económicas, “¿Podemos hacer más para evitar que use sus reservas de oro, por ejemplo, además de sus reservas de efectivo?”, cuestionó.
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