La imagen está tomada en Italia a la entrada de un hotel, pero se repite en toda la península: la bandera de la República Popular de China empieza a ondear por todas partes en señal de agradecimiento hacia uno de los pocos países que les han prestado apoyo sanitario.
Muchas personas están retirando la bandera de la Unión Europea de los lugares públicos, e incluso algunos funcionarios la queman antes de reemplazarla por la bandera de la República Popular China.
Las redes sociales también han mostrado imágenes de los camiones del ejército ruso entrando en Roma después de recorrer toda Europa para transportar material sanitario.
Los aviones rusos que acarrean equipo sanitario han tenido que recorrer 2.500 kilómetros para llegar al aeropuerto de la capital italiana porque la OTAN ordenó a Polonia que no autorizara que los aviones rusos sobrevolaran su espacio aéreo, ni siquiera para llevar medicinas.
Los que parecían enemigos tratan de ayudar y los que parecían amigos tratan de sabotear.
Italia quiso ser la puerta de entrada del gas ruso al sur de Europa y no le dejaron.
Italia quiso incorporarse a la Ruta de la Seda y tampoco ha podido. Marco Polo ha muerto. Lo que fue posible en el siglo XIV, en plena Edad Media, no es posible 700 años después.
RIP. Se acabó. La Unión Europea es uno de los grandes cadáveres provocados por el coronavirus. Los italianos de todas las tendencias políticas e ideológicas rechazan absolutamente cualquier vínculo con Bruselas.
Nada volverá a ser igual en Italia. Estados Unidos desató el fantasma del coronavirus dentro de su guerra económica contra China y todo se ha vuelto en su contra.
Los imperialistas estadounidenses saben que la situación política en la península italiana se torna similar a la del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, de 1945 a 1955, cuando los comunistas casi se convirtieron en una de las principales fuerzas políticas de Italia y obligaron a la CIA a manipular las elecciones y desestabilizar permanentemente el sistema político italiano
Muchas personas están retirando la bandera de la Unión Europea de los lugares públicos, e incluso algunos funcionarios la queman antes de reemplazarla por la bandera de la República Popular China.
Las redes sociales también han mostrado imágenes de los camiones del ejército ruso entrando en Roma después de recorrer toda Europa para transportar material sanitario.
Los aviones rusos que acarrean equipo sanitario han tenido que recorrer 2.500 kilómetros para llegar al aeropuerto de la capital italiana porque la OTAN ordenó a Polonia que no autorizara que los aviones rusos sobrevolaran su espacio aéreo, ni siquiera para llevar medicinas.
Los que parecían enemigos tratan de ayudar y los que parecían amigos tratan de sabotear.
Italia quiso ser la puerta de entrada del gas ruso al sur de Europa y no le dejaron.
Italia quiso incorporarse a la Ruta de la Seda y tampoco ha podido. Marco Polo ha muerto. Lo que fue posible en el siglo XIV, en plena Edad Media, no es posible 700 años después.
RIP. Se acabó. La Unión Europea es uno de los grandes cadáveres provocados por el coronavirus. Los italianos de todas las tendencias políticas e ideológicas rechazan absolutamente cualquier vínculo con Bruselas.
Nada volverá a ser igual en Italia. Estados Unidos desató el fantasma del coronavirus dentro de su guerra económica contra China y todo se ha vuelto en su contra.
Los imperialistas estadounidenses saben que la situación política en la península italiana se torna similar a la del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, de 1945 a 1955, cuando los comunistas casi se convirtieron en una de las principales fuerzas políticas de Italia y obligaron a la CIA a manipular las elecciones y desestabilizar permanentemente el sistema político italiano
No hay comentarios:
Publicar un comentario