Moscú se enfrenta a su primer impago de este siglo ante el congelamiento de sus cuentas en el extranjero.
La mitad de las divisas rusas están congeladas como consecuencia de las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional. Sin embargo, 117,2 millones de dólares de vencimientos de intereses debían ser pagados este miércoles por parte de Moscú, quien ordenó al banco cumplir con la obligación, aunque no existen garantías de que esta transacción se pueda efectuar.
“La posibilidad o imposibilidad de cumplir con nuestras obligaciones en divisa extranjera no depende de nosotros, tenemos el dinero y hemos hecho el pago. Ahora la pelota está en el tejado de Estados Unidos”, expresó Anton Siluanov, ministro de finanzas ruso.
Aunque Rusia tiene con qué pagar, 640.000 millones de sus reservas en divisas depositadas en el exterior, están congeladas tras la invasión de su ejército al territorio ucraniano, imposibilitando que se concreten parte de los pagos que deben efectuarse en moneda estadounidense.
NO QUIEREN RUBLOS
De acuerdo con Fitch, agencia de calificación crediticia, si Rusia realiza en rublos (su moneda oficial) el pago de su deuda emitida en dólares, constituiría un incumplimiento soberano. Sin embargo, tendría un periodo de gracia de 30 días antes de caer en default.
La exclusión de los grandes bancos rusos del sistema SWIFT (Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales), impide a Rusia pagar su deuda en otra moneda distinta al rublo.
Por su parte, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, había advertido de la situación al expresar que el impago de la deuda rusa no era un “evento improbable”.
De no concretarse el pago, Rusia incurriría en el primer default desde 1917, cuando la revolución Bolchevique repudió las obligaciones financieras contraídas en los años previos. @mundiario
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