Si los países occidentales renuncian al petróleo de Rusia, los precios mundiales de los carburantes podrían subir hasta 300 dólares el barril, declaró este lunes el viceprimer ministro ruso, Alexánder Novak.
"Los precios del petróleo serán, convencionalmente, de 300 dólares, y algunos dicen que de 500", afirmó el alto funcionario, citado por medios locales.
Novak subrayó también que Moscú estudia diversificar los suministros de petróleo. "El petróleo no es, en general, una tubería. En general se trata de petroleros que pueden ser entregados a otras regiones", dijo. Señaló que las empresas ya están creando esquemas y cadenas logísticas, mientras que las autoridades están calculando incluso "los escenarios más difíciles".
Asimismo, el viceprimer ministro ruso apuntó que, si el petróleo se vende con descuentos, "se comprará con gusto". "Ganaremos menos, pero podremos vender el petróleo", añadió, explicando que actualmente es mucho más importante mantener el volumen de producción de hidrocarburos.
En cuanto a la decisión de EE.UU. y el Reino Unido de rechazar las importaciones de petróleo ruso, el funcionario señaló que esto tendría poco efecto en Rusia, ya que los volúmenes de suministros a estos países eran pequeños. Novak detalló también que una de las respuestas a la prohibición de Washington de comprar petróleo ruso podría ser la congelación de las exportaciones de uranio al país norteamericano.
Este lunes, el precio del barril de crudo Brent para entrega en mayo subió en el mercado de futuros de Londres ICE más de 6 % hasta situarse a las 14:15 GMT en 114,82 dólares.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció anteriormente la prohibición de importar petróleo, algunos productos petrolíferos, gas natural licuado y carbón de Rusia como respuesta al operativo militar de Moscú en Ucrania. Mientras, Londres informó que también dejaría de comprar petróleo y productos petrolíferos rusos para finales del año 2022
Por su parte, desde el Kremlin subrayaron que las autoridades estaban preparadas para esta situación y que seguirían cumpliendo sus obligaciones sociales. Según declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente, y las sanciones han supuesto un duro golpe para toda la economía mundial
"Los precios del petróleo serán, convencionalmente, de 300 dólares, y algunos dicen que de 500", afirmó el alto funcionario, citado por medios locales.
Novak subrayó también que Moscú estudia diversificar los suministros de petróleo. "El petróleo no es, en general, una tubería. En general se trata de petroleros que pueden ser entregados a otras regiones", dijo. Señaló que las empresas ya están creando esquemas y cadenas logísticas, mientras que las autoridades están calculando incluso "los escenarios más difíciles".
Asimismo, el viceprimer ministro ruso apuntó que, si el petróleo se vende con descuentos, "se comprará con gusto". "Ganaremos menos, pero podremos vender el petróleo", añadió, explicando que actualmente es mucho más importante mantener el volumen de producción de hidrocarburos.
En cuanto a la decisión de EE.UU. y el Reino Unido de rechazar las importaciones de petróleo ruso, el funcionario señaló que esto tendría poco efecto en Rusia, ya que los volúmenes de suministros a estos países eran pequeños. Novak detalló también que una de las respuestas a la prohibición de Washington de comprar petróleo ruso podría ser la congelación de las exportaciones de uranio al país norteamericano.
Este lunes, el precio del barril de crudo Brent para entrega en mayo subió en el mercado de futuros de Londres ICE más de 6 % hasta situarse a las 14:15 GMT en 114,82 dólares.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció anteriormente la prohibición de importar petróleo, algunos productos petrolíferos, gas natural licuado y carbón de Rusia como respuesta al operativo militar de Moscú en Ucrania. Mientras, Londres informó que también dejaría de comprar petróleo y productos petrolíferos rusos para finales del año 2022
Por su parte, desde el Kremlin subrayaron que las autoridades estaban preparadas para esta situación y que seguirían cumpliendo sus obligaciones sociales. Según declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente, y las sanciones han supuesto un duro golpe para toda la economía mundial
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