La Fuerza Espacial de EE.UU. recibe su primera arma ofensiva, aplicable en todo el espectro de cualquier conflicto, que desactiva los satélites adversarios.
La mencionada arma no se trata ni de un láser ni de un cohete, sino de un bloqueador de satélites, un equipo que impide las comunicaciones del enemigo, informó el martes la revista Popular Mechanics.
El sistema, conocido como ‘Counter Communications System (CCS) Block 10.2’, fue entregado a la Base Aérea Peterson, en Colorado, donde se ubica el 4.º Escuadrón de las Fuerzas Espaciales de EE.UU.
En otras palabras, el C-C-S puede trasladarse a un teatro de guerra en un avión de transporte militar, y luego encenderse para bloquear la transmisión de datos entre los satélites de comunicaciones militares y sus receptores en tierra.
El sistema bloquea las bandas de radio más usadas, privando al enemigo de la capacidad de recibir advertencias de inminentes ataques con misiles estadounidenses y aliados, así como realizar videoconferencias.
El Ejército ruso cuenta con un equipo similar. El sistema de interferencia electrónica móvil Tirada-2S está diseñado para bloquear las comunicaciones por satélite. Tampoco se conoce mucho al respecto: el sistema opera montado sobre dos camiones KamAZ. El sistema Tirada-2S determina los parámetros de los canales de comunicación satelital en el área de su operación y los interfiere.
En diciembre de 2019, el presidente de EEUU, Donald Trump, creó la Fuerza Espacial de EE.UU. (U-S-S-F, por sus siglas en inglés), con los ojos puestos en China y Rusia, tal y como lo indica un documento titulado “Desafíos a la seguridad en el espacio”, elaborado por el Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) a principios de 2019, en el que se recoge que tanto Rusia como China están desarrollando tecnologías que podrían acabar con la preeminencia de la posición estadounidense en el sector espacial.
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