La Reserva Federal amplió ayer sus inyecciones en el mercado monetario para hacer frente a las turbulencias del mercado.
Avalancha de demanda en la última operación repo realizada hoy por la Reserva Federal. Los hombres de Jerome Powell anunciaron ayer que se ampliaba la oferta de las inyecciones de liquidez, pero aun así la institución no ha podido dar abasto en la operación a dos semanas, en la que la demanda ha vuelto a duplicar a la oferta.
En concreto, la Reserva Federal de Nueva York ha aceptado 45.000 millones de dólares en ofertas presentadas por los ‘primary dealers’ en una operación de acuerdo de recompra (repo) a 14 días (vencimiento el 24 de marzo). La demanda se ha disparado hasta los 93.000 millones de dólares, divididos en 64.480 millones en deuda del Tesoro, 27.200 millones en títulos respaldados por hipotecas y 1.000 millones en títulos de agencia.
En la operación a un día (overnight) se han inyectado 123.625 millones de dólares, el total solicitado. Ayer, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York se vio obligado a aumentar el límite superior de las operaciones de repo diarias de 100.000 a 150.000 millones de dólares.
Asimismo, anunció que en las operaciones a dos semanas previstas para el 10 y el 12 de marzo pasarían a tener una oferta de 45.000 millones de dólares, frente a los 20.000 millones anteriores. Hasta ahora la Fed había ido reduciendo su oferta paulatinamente, en un intento de abandonar por completo el mercado en abril, pero la tormenta desatada por el coronavirus y el hundimiento en el precio del petróleo le obligó a cambiar de planes.
“Los ajustes son para asegurar que el suministro de reservas siga siendo amplio y para mitigar el riesgo de que las presiones del mercado monetario puedan perjudicar la aplicación de las políticas”, ha señalado la institución en un comunicado en el que avisaba de que seguirá ajustando las operaciones de repos según sea necesario.
Las operaciones de repos están diseñadas para inyectar reservas en el sistema bancario y permitir a los ‘dealers’ prestar fondos a los participantes del mercado que utilizan los mercados de préstamos a corto plazo para financiar sus operaciones comerciales.
El banco central comenzó las operaciones de repos a mediados de septiembre, cuando la escasez de efectivo disparó los tipos a corto plazo y provocó que la tasa de los fondos federales se negociara fuera del rango objetivo de la Reserva Federal. En principio deberían haber acabado hace meses, pero se vio obligado a prorrogarlas para evitar un colapso a final de año. La Fed también está comprando 60.000 millones de dólares al mes en letras del Tesoro a corto plazo para aumentar la cantidad de reservas permanentes en el sistema bancario.
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