Así es, México parece que por fin se ha librado del pernicioso tratado de Bucareli, tratado que impedía el desarrollo científico, tecnológico y militar del país.
Este tratado fue firmado entre el gobierno mexicano y el estadounidense en el año de 1923, el 13 de agosto de ese mismo año. Como podemos ver, vuelve a parecer la mágica cifra del número 13 y para nadie es un secreto que el número 13 tiene un significado muy especial para las sociedades ocultistas que gobiernan este mundo.
Este tratado fue firmado entre el entonces presidente mexicano Álvaro obregón y el estadounidense Calvin Coolidge.
Estos tratados obligaban a México a una serie de cosas que dañaban y comprometían la soberanía nacional en varios aspectos, pero quizá el principal y decisivo para el subsecuente desarrollo industrial y científico de México fue el apartado en el que se especificaba que México se comprometía a limitar su desarrollo científico y tecnológico, pero sobre todo su desarrollo militar.
En este tratado se prohibía específicamente a México el desarrollo de motores de combustión interna, así como el desarrollo de la industria coheteril y nuclear.
No sé si sabrán ustedes, pero ya en la década de los años 60 México poseía una avanzada industria nuclear y msilística, pero misteriosamente estos avances tecnológicos fueron abandonados, pero creo ya todos sabemos el por qué sucedió eso.
Entonces México ya había desarrollado cohetes capaces de entrar en órbita terrestre, así como misiles de corto y mediano alcance; además, México ya había fabricado dispositivos atómicos de carácter militar, e inclusive ya había detonado una arma nuclear en el Atlántico sur, incidente que fue conocido como incidente Vela. Esta prueba nuclear fue realizada en colaboración con las autoridades israelíes y sudafricanas.
Durante la prueba de ese dispositivo atómico hubo buques militares mexicanos cerca del lugar de la detonación tomando nota del experimento, razón ésta más que suficiente para confirmar que el gobierno mexicano fue uno de los que participaron de ese ensayo de un dispositivo atómico; curiosamente poco después de este ensayo se supo que Sudáfrica e Israel eran potencias nucleares; de México no se dio a conocer nada pero se sabe que en el norte del país se resguardaron en algún lugar secreto las ojivas atómicas que entonces fabricó México.
Posterior a estos eventos también Brasil y Argentina desarrollaron sus propias bombas atómicas pero también se mantuvieron en secreto hasta el día de hoy; aunque se dice que ambos países conservan los dispositivos atómicos que entonces desarrollaron.
También debemos saber que tanto Brasil, como argentina, a día de hoy poseen importantes programas de desarrollo de tecnología coheteril y espacial. Brasil dispone de un importante centro de lanzamiento de cohetes espaciales en Alcántara (base que actualmente ya cedió a los EEUU el presidente que hoy tiene ese país latinoamericano), mientras que el de Argentina se encuentra en la provincia de Córdoba, su principal cohete portador se llama Tronador 2.
Cabe destacar que en el caso de Argentina, en la década de los años 90 del siglo pasado, desarrolló un misil con un alcance de hasta mil kilómetros, el nombre de este misil era Cóndor 2; en este proyecto participaron los gobiernos de Alemania, Iraq y Egipto. Este misil era muy avanzado para su época porque utilizaba combustible sólido y alcanzaba una velocidad supersónica.
Desgraciadamente este proyecto fue abandonado y destruido a solicitud del FMI para poder otorgar un crédito a la Argentina.
Se trataba de un misil diseñado para llevar una carga útil de media tonelada y recorrer una trayectoria de 1000 km. Pero el misil fue desmantelado y sus planos destruidos por orden del presidente Carlos Menem, producto de la presión de Estados Unidos y el FMI. En 1991 se disolvió la C-N-I-E para formar la CONAE. La construcción de cohetes se estancó hasta el 2007, cuando se lanzó un cohete en Bahía Blanca, el Tronador.
Pero volviendo a México, como ya dije, en la década de los años 60 México ya disponía de cohetes portadores que podían alcanzar la órbita terrestre y, asimismo, ya había fabricado sistemas de lanzamiento múltiple de misiles de corto y mediano alcance; también los cohetes que había desarrollado México ya utilizaban combustible sólido, lo que para entonces era un hito tecnológico en la recientemente creada industria coheteril a nivel global.
¿Pero por qué se abandonaron todos estos proyectos?, pues muy simple, porque México estaba maniatado de pies y manos gracias a los nefastos tratados de Bucareli; es por esto que el gobierno estadounidense presionó para que México abandonara sus programas coheteril, misilístico y armamentístico porque si no obedecía sería invadido y quizá, hasta ser víctima de un ataque nuclear tal como le pasó a Japón en la segunda guerra mundial.
También podemos citar el caso de la empresa mexicana IUSA, empresa que en la década de los años 70 había iniciado el desarrollo de motores de combustión interna, así como de aeronaves; específicamente había desarrollado un helicóptero mediano, helicóptero que fue obligada a dejar de fabricar por presiones del gobierno mexicano, presionado este a su vez por el gobierno estadounidense.
Los Tratados de Bucareli hoy
Estos tratados de Bucareli, y su subsiguientes modificaciones, han impedido el libre desarrollo de México, pero también podemos suponer que con el gobierno de Andrés Manuel López obrador estos tratados pierden vigencia, pues no solo ya han pasado casi los cien años desde su firma, tiempo que supuestamente duraban los dichos tratados, sino que además el gobierno de AMLO parece ser un gobierno patriota, gobierno que por supuesto no va a reconocer dichos tratados y, por lo tanto, no los va a obedecer. Además de que, como ya dije, estos tratados están próximos a expirar, específicamente pierden vigencia el 13 de agosto del 2023. Es decir, ya solo faltan escasos 4 años para que “oficialmente” estos tratados caduquen.
Desde el sexenio pasado parece que el gobierno mexicano había comenzado a prepararse para el fin de estos tratados, pues desde entonces el país había comenzado el desarrollo de nuevas armas y, asimismo, había permitido el desarrollo de la ciencia y la técnica en México con la creación de la Agencia Espacial Mexicana y el subsecuente apoyo a la investigación coheteril y misilística de México.
Si, así es, desde la administración anterior se comenzó el desarrollo de radares, misiles y buques militares de gran calado en México.
México está en el desarrollo de misiles para sus nuevas embarcaciones de guerra, buques conocidos como POLA, o lo que es lo mismo, Patrulla Oceánica de Largo Alcance.
También el país está desarrollando sistemas de lanzamiento múltiple de misiles, sistemas como los GRAD rusos. Asimismo, está desarrollando misiles aire-aire para sus aeronaves.
El país también está enfocado en fabricar sus propias armas personales, tales como pistolas, ametralladoras y morteros, además de vehículos de combate blindados.
Pero quizá el desarrollo principal sean las fragatas clase POLA, pues estas ya disponen de sistemas modernos de combate antisubmarino y de superficie, así como de una plataforma para transporte de helicópteros de guerra antisubmarina y vigilancia costera.
Inicialmente estas fragatas estarán equipadas con sistemas de origen estadounidense, tales como los misiles Harpon y helicópteros de combate Sikorsky MH-60R Sea Hawk.
Aunque también se baraja la posibilidad de que los helicópteros que porte la POLA sean de origen europeo, específicamente los NH90 NFH de la firma europea Airbus Helicopters.
El viernes 5 de enero de 2018 el Departamento de Estado estadounidense tomó la determinación de aprobar una posible venta de material militar a México con el propósito de fortalecer la política exterior y la seguridad nacional de los Estados Unidos, apoyando a un socio estratégico.
La posible venta es por un total de 98 millones de dólares e incluye:
6 misiles antibuque RGM-84L Harpoon
23 Misiles antiaéreos y anti-misil RIM-116 RAM Block II
6 Torpedos anti-submarino Mark 54 MAKO
Así como lanzadores, accesorios, capacitación y apoyo técnico, además de municiones de 57 y 25mm.
El miércoles 8 de agosto de 2018 el Departamento de Estado de los Estados Unidos aprobó una posible venta militar a México por valor de 41 millones de dólares.
La venta aprobada por el departamento de estado incluye
6 Evolved SeaSparrow Missile (E-S-S-M)
2 Evolved SeaSparrow Telemetry Missile
1 MK-56 Vertical Launch System de 8 Celdas
8 MK-30 Canisters
8 MK-783 Shipping Containers
26 MK 54
La agencia estadounidense para la Defensa, Seguridad y Cooperación notificó el 19 de abril de 2018 al Congreso estadounidense que el Departamento de Estado autoriza una posible venta por ocho helicópteros Sikorsky MH-60R Sea Hawk al Gobierno de México.
El contrato que contempla una importante cantidad de sistemas de detección, comunicación, armamento, refacciones, entrenamiento y soporte diverso, está valuado en 1200 millones de dólares.
El programa se facilitará a través del concepto Foreing Military Sales (FMS) y el principal contratista será Lockheed Martin Rotary and Mission Systems, consorcio del que Sikorsky forma parte.
El proyecto de venta contempla:
20 motores General Electric T-700
16 radares multimodo A-P-S 153 A-V
10 sistemas de sonar aerotransportados de baja frecuencia (probablemente sonar desplegable Raytheon AN-A-Q-S-22)
14 transpondedores fráiend or foe, AN-A-P-X-123
12 sistemas infrarrojos-electrópticos multiespectro para adquisición de objetivos AN-A-A-S-44C
20 sistemas de navegación inercial con posicionamiento global integrado y protección contra jackeo
30 sistemas de visión nocturna AN A-V-S-9
1000 sonoboyas AN-S-S-Q
10 misiles A-G-M-114 jalfáier
5 misiles de entrenamiento captivo A-G-M-114 M36-E9
4 misiles de entrenamiento A-G-M-114Q jalfáier
38 cohetes A-P-K-W-S II
30 torpedos ligeros M-k 54
12 ametralladoras M-240D
12 ametralladoras pesadas GAU-21.
La versión Romeo del MH-60 Sea Hawk es actualmente el helicóptero multimisión, antisubmarino y antibuque de primera línea de la Armada de los Estados Unidos. Aunque no se ha aclarado, es altamente probable que estos helicópteros estén proyectados como la principal y futura plataforma embarcada de la Patrulla Oceánica de Largo Alcance (Pola). De concretarse esta compra se tendrá, por primera vez en México, una plataforma antisuperficie y antisubmarina, aparte de que por su nivel tecnológico, el MH-60R será el helicóptero más avanzado y especializado en las Fuerzas Armadas de México.
Es importante destacar que es la primera vez que México contará con armamento de primera línea aunque sea de origen estadounidense y europeo; pero como vuelvo a repetir, México está en el proceso de fabricar sus propias armas y medios de defensa, razón por la cual la realización de este tipo de embarcaciones en astilleros mexicanos y por especialistas de este país es un hito en la historia moderna de México. Esta fragata se convertirá así en la más moderna y sofisticada a nivel latinoamericano.
La A-R-M Reformador 101 es una fragata avanzada de la clase Sigma 10514 construida en dos etapas, en las que se realizó en México el armado de cuatro de los módulos de los que consta el buque. Los restantes (el puente de mando y el módulo de control del sistema de armas) se hicieron en los astilleros de Damen.
La fragata será artillada con seis misiles Harpoon Block II RGM-84L, veintitrés misiles tácticos tipo Roling Air frame Block (RAM) y seis torpedos ligeros MK 54 Mod 0.
El paquete de armas para la fragata consta además de ocho contenedores de envío y almacenamiento de paquetes triples de misiles MK 825 Mod 0 con cartuchos de memoria RAM modificados; un Bloque de misiles guiados RAM Block 2 MK 44 Mod 4; dos lanzadores de triple tubo MK 32, así como un sistema de tubos para torpedos de superficie (SVTT).
El material bélico se completa con doscientas cincuenta balas A-98, calibre 25 mm, de alto explosivo y semi-blindaje; un paquete inicial de 750 rondas A976 25 mm, para práctica y municiones trazadoras, así como cuatrocientos ochenta cartuchos de munición de espoleta programable de alto explosivo B-A-22 57 mm; novecientos sesenta rondas de munición de práctica B-A-23 de 57mm; contenedores; repuestos y equipo de soporte y prueba; publicaciones y documentación técnica; entrenamiento de personal y equipo de entrenamiento para el manejo de todo el paquete de artillería naval.
La A-R-M Reformador 101 está equipada con sistemas de radares, ubicación y seguimiento de blancos, contrainteligencia y encriptación de datos vendidos por las empresas Thales, Indra, y Raytheon.
Pero así como México ya fabrica sus propias embarcaciones militares equipadas con el más moderno y sofisticado armamento a nivel occidental, también está haciendo sus propios desarrollos para equipar en el futuro a sus buques de guerra; entre estos desarrollos tenemos radares, sistemas de misiles y sensores.
Hace solo unos días el presidente mexicano visitaba una fábrica de armas y municiones, lo que se entiende como una señal de que continuará el apoyo al desarrollo armamentístico del país, y esto pese a su programa de austeridad republicana.
También cabe destacar especialmente los esfuerzos que está haciendo México por desarrollar y fabricar sus propios aviones de entrenamiento y ataque ligero, para posteriormente fabricar un avión caza furtivo 100% nacional.
En este sentido hay mencionar el proyecto para fabricar el avión Aztec 1, avión en el que al parecer estaría involucrada la fábrica argentina FADEA (Fábrica Argentina de Aviones «Brigadier San Martín» S.A.), empresa encargada de la fabricación del caza ligero a reacción argentino Pampa 3, así como el turbohélice Pucará.
Este avión Pampa 3 serviría de base para fabricar el avión caza ligero mexicano Aztec 1.
Este Aztec 1 ya estaría en las etapas finales de desarrollo y muy próximo a fabricarse el primer prototipo.
También hay que mencionar al avión de entrenamiento ligero mexicano P-400T Pegasus V3 de la Compañía Oaxaca Aerospace. Este avión estaría por adoptarse por aparte de la fuerza aérea de México para convertirlo en el avión básico de entrenamiento militar. Pero también está proyectado para utilizarse como avión de ataque ligero a tierra gracias a la incorporación de sensores y aviónica moderna para poderlo equipar con misiles y bombas guiadas por laser y GPS.
Este sería la opción mexicana a los estadounidenses Texan T6-C, avión de hélice que actualmente integra en gran medida la fuerza aérea mexicana.
Pero hoy más que nunca estos avances en la ciencia y tecnología militar son más importantes para México, pues tenemos que Donald Trump, el presidente de EEUU, está amenazando con designar a los cárteles de la droga mexicanos como agrupaciones terroristas, lo que se entiende es un paso previo a una intervención militar en el país, razón por la cual hoy cobra una importancia fundamental estas fragatas y la producción autóctona de los requerimientos militares de las fuerzas armadas de la nación.
Pero como vuelvo a repetir, ya desde el gobierno pasado México había iniciado un proceso de modernización del ejército y fuerza aérea mexicanos, un proceso en el que no se ignoró el propio desarrollo tecnológico del país, pues no olvidemos que estas tareas corresponden al gobierno mexicano pues su implementación requieren grandes inversiones, inversiones que solo puede sufragar el Estado, pero conocimientos y desarrollos que serán utilizados por toda la industria nacional y que contribuirán en el desarrollo social y científico de México.
Por eso la creación de la Agencia Espacial Mexicana, así como el desarrollo de los diferentes sectores de la industria militar, no es poca cosa; pues estos logros terminarán por permear en toda la industria nacional, lo que motivará a su vez un gran avance del país, pero ahora con la amenaza que nos llega desde el norte estos logros cobran una mayor trascendencia. Nos quieren imponer un nuevo tratado de Bucareli pero esta vez no lo vamos a permitir.
Los Tratados de Bucareli
Tratados firmados entre México y Estados Unidos por Álvaro Obregón. Considerado por muchos estudiosos como un acto de traición. El tratado es el acuerdo en el que México cede algunos de sus derechos para compensar los supuestos daños causados a los Estados Unidos durante la Revolución. Una de sus cláusulas prohíbe a México inventar, construir fábricas o producir prácticamente cualquier cosa durante 80 años.
El Tratado de Bucareli, firmado por Álvaro Obregón, el 13 de agosto de 1923, condujo al país a vivir en el atraso, a no desarrollar la economía nacional en base a sus recursos energéticos. A México se le prohibió producir motores de combustión interna. En pocas palabras, los mexicanos no crearían una industria nacional al no poder producir maquinaria pesada.
Adicionalmente, se le impuso frenar el reparto agrario. Esto es, se impidió consumar la reforma agraria. Así, se evitó la creación de un nuevo sistema agroalimentario y que se integrara a la producción industrial. A toda costa se buscó impedir que el programa revolucionario se tradujera en un avance rápido de la economía.
El mecanismo para impedir la capitalización del país por los productos petroleros y su reinversión en el desarrollo, consistió en que se obligó al país a pagar la “deuda” con los magros impuestos pagados por las empresas petroleras norteamericanas.
El Tratado de Bucareli fue nuevamente revisado y se le adicionaron nuevas cláusulas durante el gobierno de Adolfo López Mateos al iniciarse la Guerra Fría, modificaciones impuestas por los Estados Unidos. De esta manera se le obliga a México a no desarrollar una plataforma de energía para el abasto futuro de su economía nacional, sustentado en el desarrollo de la energía nuclear.
El discurso oficial adoptó la tesis de la desnuclearización de América Latina, que si bien sirvió de freno a la carrera armamentista dio oportunidad al gobierno norteamericano de impedir que los latinoamericanos contaran con una fuente permanente de generación de energía eléctrica. El programa núcleo eléctrico de Brasil en el Amazonas busca romper la hegemonía de las potencias y ampliar su plataforma industrial. En cambio, Inglaterra y Francia, lograron desarrollar de manera sostenida una plataforma núcleo eléctrica para alimentar su economía y la expansión a mercados foráneos.
De manera paralela a la revisión del Tratado de Bucareli los acuerdos del fin de la Guerra Cristera también fueron replanteados. El gobierno de López Mateos amplio su capacidad negociadora con el Vaticano para que invirtiera y se alocara en la petroquímica, concretamente en la fabricación de fibras sintéticas, como lo hizo el capital de la banca jesuíta. Por su parte, en el terreno político, que lograran el primer Cardenal de Guadalajara, Garibi y Rivera. Por su parte, al PAN se le encargó atender al lobby del Vaticano para garantizar sus intereses financieros, industriales e inmobiliarios y ventilarlos institucionalmente en el Congreso mediante una buena cuota de diputados del partido. El PAN compartió curules con el PPS de Lombardo Toledano, en un acto de buena fe y de equilibrio político.
Del revisado tratado de Bucareli se pasó a la adopción del TLC impulsado por Carlos Salinas de Gortari. Agotado, pronto, el TLC por las deficiencias del proyecto norteamericano se ha venido sustituyendo en la práctica por el ASPAN. Este adoptado por Fox, ha perdido vigencia política y ahora se busca actualizar y definir compromisos con la firma del Nuevo Tratado de Bucareli, por Felipe Calderón Hinojosa y George Bush.
El Nuevo Tratado de Bucareli confirma a México como un país maquilero. La noticia será que ahora, supuestamente exportaremos gasolinas, cuando en realidad los inversionistas, ellos, lo harán. En el terreno petrolero, las actividades de la petroquímica primaria y secundaria quedan reservadas también al capital extranjero.
La explotación de productos primarios, petróleo y gas, se permite en cuanto dan oportunidad a la atención del gasto público, atención a los pobres para evitar el descontento social y los recursos destinados a la seguridad pública, en el combate al narcotráfico. Como ha venido sucediendo hasta ahora, los excedentes petroleros se destinan a la reserva, o sea, al pago de la deuda. Esto significa que los mentados ingresos petroleros son una falacia. Nunca retornarán. Están congelados para garantizar el pago por adelantado de la deuda y su amortización futura.
La maquila, en territorio nacional, de gasolinas, gas y electricidad, productos petroquímicos primarios y secundarios, permitirá abastecer la demanda norteamericana y evitar los problemas de contaminación y de gastos en infraestructura. En contrapartida, el impulso a la infraestructura para atraer capitales, así como la nueva Ley Federal del Trabajo, permitirá a las empresas maquiladoras tener un marco jurídico protector del capital que impida a los trabajadores asociarse y presionar por alzas salariales.
El Nuevo Tratado de Bucareli en materia de seguridad confirma al Plan México, también llamado Plan Mérida. Se mantiene el perímetro de seguridad norteamericano, definido por el Comando Norte de los Estados Unidos. Las fuerzas armadas, de inteligencia y policíacas mexicanas, serán certificadas, como se hace hoy, por los organismos correspondientes norteamericanos.
El Nuevo Tratado de Bucareli, en materia de la Sociedad y Economía del Conocimiento, se declara área reservada para el capital y las corporaciones norteamericanas. Los cuadros calificados mexicanos que aún pueden desarrollar conocimientos y tecnologías para desarrollar y aprovechar las fuentes de energía nacional no han logrado reproducir una nueva generación de cuadros, pues han sido desplazados por las políticas de dominio de las áreas estratégicas de la economía y el conocimiento que tiene el capital y las corporaciones privadas.
Se crea una nueva división del trabajo; nosotros trabajamos, ellos piensan. Esto es, la formación de los cuadros de toma de decisión se forman allá, acá solo se formará mano de obra semi calificada y salarios de esclavo.
Obregón al firmar el Tratado de Bucareli por obtener el reconocimiento a su gobierno y mantenerse en el poder condujo en lo inmediato al país a la guerra cristera; posteriormente a su ejecución; y finalmente, a la liquidación de la facción Obregonista-Callista. En el largo plazo los efectos destructores del Tratado de Bucareli fueron incuantificables, impidieron el desarrollo industrial del país.
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